El presidente estadounidense, Donald Trump, regaló este miércoles al rey Carlos III una réplica de la espada que el presidente Dwight Eisenhower usó durante la Segunda Guerra Mundial, como parte de los obsequios entregados durante la segunda visita de Estado que realiza al Reino Unido. Mientras tanto, manifestantes de la coalición Stop Trump protestan en Londres contra la visita del mandatario republicano.
Por su parte, los reyes entregaron al presidente estadounidense un volumen de cuero hecho a medida por el encuadernador real del castillo de Windsor, para conmemorar el 250 aniversario de la Declaración de Independencia de EEUU. Y también la bandera del Reino Unido que ondeaba en el Palacio de Buckingham, en Londres, el día de la toma de posesión de Trump, el 20 de enero pasado.
Estos han sido los obsequios que los dos jefes de Estado se han intercambiado en Casa Victoria, en los terrenos del castillo de Windsor, después de que Trump y la primera dama de EEUU llegaran en helicóptero hasta la finca, donde les esperaban los príncipes de Gales, Guillermo y Catalina.
Además, los reyes británicos, Carlos III y Camila, también obsequiaron a la primera dama, Melania Trump, un cuenco de plata y esmalte, elaborado con técnicas tradicionales de orfebrería por una artista de Irlanda del Norte, y un bolso Anya Hindmarch personalizado. Todo ello, junto a un marco de fotos de plata grabado con el monograma de la monarquía. Donald Trump y su esposa también regalaron a la reina Camila un broche de flor de Tiffany, elaborado con oro de 18 quilates, diamantes y rubíes.
Trump y Melania, acompañados del resto de la comitiva estadounidense, llegaron en la mañana de este miércoles al castillo de Windsor, escenario del primer día de su visita de Estado, donde les acogieron los reyes en una pomposa ceremonia que incluyó una revista a las tropas, cuando el presidente y el monarca mostraron una gran complicidad.
Después del almuerzo, la pareja estadounidense apreció una selección de piezas de la Colección Real vinculadas a la historia de EEUU, entre ellas mapas y documentos de la guerra de independencia, mostradas por los reyes Carlos III y Camila en el Salón Verde de la residencia real. “¡Guau!”, dijo el presidente al ver los objetos. “Esto es increíble”, añadió, antes de preguntar a la prensa que le acompaña si se lo estaban “pasando bien”.
Posteriormente, la pareja presidencial depositó una corona de flores en la tumba de Isabel II, en la Capilla de San Jorge del castillo de Windsor. Tras la ceremonia en la capilla —en la que un coro interpretó un movimiento del Gloria de Vivaldi—, los Trump regresaron al castillo, situado a unos 40 km de Londres, donde continuó la agenda de la visita de Estado.
La jornada se completará con el desfile militar Beating Retreat en la pradera este del castillo, en el que bandas de las Fuerzas Armadas británicas interpretarán marchas y toques de retirada, una tradición que se remonta al siglo XVII.
Posteriormente tendrá lugar el banquete de Estado en el majestuoso St George’s Hall del castillo, donde los reyes ofrecerán una cena de gala en honor de los invitados estadounidenses, con discursos de ambas partes.
Las quejas de la población
“Lo que estamos haciendo es vergonzoso y humillante para el Reino Unido”, afirmó en declaraciones a la cadena británica ITV Zoe Gardner, una representante de Stop Trump Coalition. Se quejó de que se permita que Trump use su país “como parte temático” y que “se le honre con una alfombra roja y un banquete con el rey”.
Pero la manifestación de este miércoles no ha sido la única demostración en contra de la visita del mandatario. Un grupo de activistas proyectó en la noche del martes imágenes de Trump y Jeffrey Epstein en una torre del castillo de Windsor. Entre las imágenes se encontraban el retrato policial de Trump (que se le realizó durante uno de sus procesos judiciales) y fotos de ellos bailando juntos. Como consecuencia, la Policía detuvo a cuatro hombres.
Además, las fuerzas de seguridad detuvieron este martes a dos personas por vulnerar las restricciones de espacio aéreo impuestas en torno a la localidad de Windsor. Los arrestados, ambos de 37 años y residentes fuera de esa zona, son sospechosos de pilotar un dron dentro del perímetro restringido.