Un momento que debería haber sido de celebración terminó en tristeza en la aldea de Sapé, en la zona rural de São Sebastião, en la región Agreste de Alagoas, Brasil.
El sábado pasado (13), durante la fiesta de cumpleaños de su madre, el pequeño Felipe dos Santos Lima, de tan solo 2 años, cayó en un pozo en el patio trasero de la casa familiar y no sobrevivió.
Según informes, la caída fue presenciada por su hermana, quien intentó sujetarlo, pero no pudo evitar el accidente.
Un vecino logró rescatar al niño y llamó al Servicio de Atención Móvil de Urgencias (SAMU). A pesar de la asistencia inmediata y los intentos de reanimación, Felipe falleció tras ser ingresado en el Hospital de Urgencias Agreste (HEA) de Arapiraca.
Según familiares, Felipe estaba jugando con sus primos y amigos en el patio trasero cuando desapareció. Poco después, lo encontraron dentro del pozo.
El pozo había sido sellado previamente, pero la estructura cedió cuando el niño pasó cerca, tras las fuertes lluvias que debilitaron la losa.
Felipe fue trasladado de urgencia al hospital para recibir atención médica, pero falleció ahogado.
Su cuerpo fue recogido por el Instituto Médico Forense (IML) y entregado al día siguiente para su entierro, que tuvo lugar en medio de una intensa protesta comunitaria.
El caso causó gran conmoción en São Sebastião. En redes sociales, familiares y amigos de Felipe compartieron mensajes de dolor y solidaridad.
Su padre, Willan Lima , escribió una emotiva carta en homenaje a su hijo, descrito como un niño feliz con pasión por la agricultura, los caballos y la música.
En su relato, Willan destacó el vínculo del niño con su hermana, Heloísa, y les agradeció su apoyo durante la pérdida: “Amen mucho a sus seres queridos. Hoy llevo la herida en el corazón, pero también la certeza de que lo amé con todo mi corazón”.




