#Salud: ¿Se pueden dejar los cargadores enchufados todo el tiempo?

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En la mayoría de los hogares, los cargadores parecen haberse
convertido en parte del paisaje. Siempre hay alguno enchufado, ya
sea junto a la cama o en el escritorio, esperando el próximo
teléfono, portátil o reloj inteligente. Esta costumbre,
aparentemente inocente, despierta dudas sobre el consumo de energía
innecesario, la seguridad y la durabilidad de estos pequeños pero
imprescindibles dispositivos.

¿Cuánta electricidad consumen los cargadores cuando están
enchufados sin uso?

El famoso consumo fantasma es la electricidad
que siguen utilizando los equipos eléctricos aunque no estén
haciendo nada en apariencia. Los cargadores
modernos
(especialmente los fabricados después de 2022)
han sido diseñados para minimizar este gasto. Cuando están
enchufados
y sin ningún teléfono o dispositivo cargándose,
suelen consumir alrededor de 0,876 kWh al año. ¿Qué significa esto
en la práctica? Muy poco: el coste económico de mantener un
cargador de móvil conectado todo el año casi no llega a los
céntimos y suele representar menos de 0,015 euros anuales. Este
consumo medio es menor al de muchos otros aparatos en espera, como
televisores o routers.

Sin embargo, cuando se suman todos los
cargadores y dispositivos en modo de
espera
a lo largo de un año en una casa, el consumo
fantasma puede representar entre el 7% y el 11% de la factura anual
de electricidad. Aunque el impacto individual de un cargador es
ínfimo, la suma de muchos dispositivos pequeños puede resultar en
una cantidad de energía desperdiciada que vale la pena considerar.
Los cargadores antiguos, fabricados antes de 2010,
pueden consumir hasta 4,3 kWh al año, que si bien sigue siendo
bajo, sí marca diferencia frente a los modelos eficientes de
hoy.

Este tipo de consumo, aunque apenas visible en la factura de la
luz, contribuye con millones de hogares a un mayor gasto energético
y, por tanto, a un uso menos sostenible de la energía.

Foto Freepik

Riesgos y posibles daños de dejar cargadores enchufados todo el
tiempo

Dejar un cargador conectado permanentemente implica ciertos
riesgos eléctricos, aunque poco frecuentes. La
seguridad de los hogares ha mejorado notablemente gracias a nuevas
tecnologías, pero el peligro nunca desaparece del todo. Los
cargadores no certificados y de baja calidad son
especialmente problemáticos: pueden sobrecalentarse, provocar
cortocircuitos y, en casos extremos, iniciar un incendio. Esto
ocurre a veces cuando el cargador se queda expuesto a picos de
tensión, un fenómeno habitual en la red eléctrica.

El desgaste del cargador es otro aspecto
relevante. Aunque un cargador moderno tiene circuitos que minimizan
el uso de energía en modo de espera, estar continuamente conectado
acelera el envejecimiento de sus componentes internos. Esa fatiga
puede verse potenciada si el cargador se encuentra doblado,
aplastado por muebles o sometido a tirones frecuentes, dañando el
cable y exponiendo los hilos internos. Cuando un cargador empieza a
calentarse más de lo normal, hace ruidos extraños o muestra daños
visibles, lo más seguro es dejar de usarlo inmediatamente.

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Aunque la probabilidad de accidentes graves con cargadores
hechos por marcas reconocidas y bajo normativa moderna es baja,
conviene prevenir. Un cargador antiguo o dañado puede ser una
fuente de problemas inesperados, sobre todo si permanece conectado
durante largos periodos sin supervision.

Buenas prácticas y recomendaciones para el uso seguro de
cargadores

Adoptar buenas costumbres a la hora de usar
cargadores ayuda a evitar riesgos y a ahorrar un poco de energía.
El consejo más básico sigue siendo desenchufar el cargador
si no está en uso
. Así se reduce tanto el consumo fantasma
como el desgaste de los componentes. Un vistazo periódico al estado
del cargador es igual de importante: mantener los cables libres de
dobleces y revisarlos por fuera ayuda a detectar daños a tiempo. Si
se notan signos de calor, ruidos, o la carcasa está rota o
deformada, lo mejor es sustituirlo.

Para facilitar la desconexión, el uso de regletas con
interruptor
resulta muy útil, porque permite cortar la
alimentación de varios dispositivos de una sola vez sin tener que
desenchufar uno por uno. También existen regletas avanzadas capaces
de detectar cuándo un dispositivo está en modo espera y cortar
automáticamente el suministro. Estas soluciones son particularmente
prácticas para áreas con muchos cargadores y aparatos
electrónicos.

Convertir la
desconexión
de cargadores y otros aparatos en una rutina ayuda
a inculcar el hábito en toda la familia. Aunque no se perciba un
gran ahorro en la factura a corto plazo, el beneficio sumado en
millones de hogares es real y contribuye a la sostenibilidad.
Además, el gesto sencillo de mantener cargadores y enchufes
en buen estado
mejora la seguridad y extiende la vida útil
de los dispositivos.

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