#Salud: Los 7 peores alimentos enlatados que debes evitar YA

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En casi todas las cocinas hay al menos una lata esperando el
momento ideal, ya que la practicidad de los alimentos enlatados es
evidente, pero esa facilidad puede ocultar varios riesgos para la
salud que muchos desconocen.

Diversos estudios han alertado sobre
ingredientes peligrosos y procesos dañinos presentes en productos
enlatados. Lo que prometía comodidad y ahorro de tiempo, a veces
esconde amenazas para la salud que debemos tomar en serio si
queremos cuidar de nosotros y nuestra familia.

Por qué algunos alimentos enlatados pueden ser peligrosos para
la salud

No todos los alimentos enlatados afectan igual al cuerpo, pero
ciertos factores sí se repiten entre los productos más populares.
El uso excesivo de conservantes, niveles desbordados de
sodio, aditivos químicos y la posible presencia de bisfenol A (BPA)
en las latas
son solo algunas de las razones por las que
estos productos se vuelven riesgosos.

Es así como el proceso de conservación puede modificar de manera
significativa la calidad nutricional de los alimentos: pérdida de
vitaminas, presencia de metales pesados y aumento de grasas
saturadas son solo algunas consecuencias. Todo esto, sumado a
etiquetas poco claras o ingredientes ocultos, puede pasar factura
si estos productos se vuelven parte del menú diario.

Los 7 alimentos enlatados que más deberías evitar para cuidar
tu salud

Freepik

Sopas enlatadas

Las sopas enlatadas suelen estar cargadas de
sodio, con cantidades que, en una sola porción,
superan lo recomendado para todo el día. Muchas marcas también
añaden grasas saturadas y conservantes artificiales. Este cóctel
puede disparar la presión arterial y favorecer problemas
cardiovasculares, sobre todo en personas sensibles o con
antecedentes familiares.

Atún en lata

El atún en lata es práctico y económico, pero trae consigo el
riesgo de mercurio, un metal relacionado con daños
neurológicos cuando se consume en exceso. Se acumula en el cuerpo y
puede afectar desde la memoria hasta los reflejos, siendo más
peligroso para niños y embarazadas. Comer atún es sano, sin duda,
pero si se alterna con otras fuentes de proteína y no se convierte
en la base de tu alimentación.

Frutas en almíbar

Las frutas en almíbar seducen por su dulzura, pero esconden un
problema claro: el alto contenido de azúcar
agregado
. Este tipo de azúcar dispara los niveles de
glucosa en sangre, favorece el aumento de peso y puede elevar el
riesgo de diabetes. El cuerpo no necesita ese azúcar extra, y menos
cuando la fruta fresca cumple mejor función y es más saludable.

Vegetales enlatados

Aunque los vegetales enlatados parecen una opción rápida para
sumar vegetales a la dieta, suelen incluir un extra de sal
y conservantes
. Su sabor a veces esconde la pérdida de
nutrientes que sufre el producto con el procesamiento y el tiempo
en lata. Para quienes padecen hipertensión o problemas renales,
estas adiciones pueden agravar la situación sin que se note de
inmediato.

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Carnes enlatadas

La carne enlatada no es lo mismo que la carne fresca y muchas
veces incluye nitritos, aditivos y grasas
saturadas
para extender su duración. Estos ingredientes se
han asociado con mayor riesgo de enfermedades crónicas, como el
cáncer colorrectal, la diabetes tipo 2 y enfermedades cardíacas. El
consumo prolongado puede tener un precio alto para la salud.

Leche condensada

Esta delicia, sin embargo, se logra a costa de altísimas
cantidades de azúcar
, lo que provoca picos de insulina y
puede alterar el metabolismo. Su consumo frecuente repercute
directamente en la salud dental, facilita la aparición de caries y
contribuye a problemas como la diabetes.

Refrescos enlatados

Hablar de refrescos enlatados es hablar de azúcares
añadidos, colorantes y edulcorantes artificiales
. El abuso
de estos productos está relacionado con el aumento de peso,
problemas cardiovasculares y hasta trastornos metabólicos. La gran
cantidad de calorías vacías no aporta nutrientes, solo energía que
se traduce en grasa si no se gasta.

Cómo elegir alternativas saludables a los alimentos
enlatados

Dejar de lado los alimentos enlatados no significa renunciar a
la practicidad en la cocina, ya que existen formas sencillas de
cuidar la alimentación sin complicarse. Leer etiquetas siempre debe
ser el primer paso. Escoge productos con bajo contenido de
sodio y azúcares
. Prefiere versiones envasadas en vidrio o
Tetra Pak, que suelen ser más seguras para la salud porque no
contienen BPA.

Congelar porciones ayuda a tener opciones listas sin perder
nutrientes. Si recurres a enlatados, escúrrelos y enjuágalos para
quitar parte de la sal o el azúcar. Acostumbra a cocinar en casa
para controlar los ingredientes y sé creativo: los vegetales
frescos o congelados pueden salvar la cena con rapidez y más
beneficios para tu cuerpo.

Recuerda que leer etiquetas, desconfiar de los productos
ultra-procesados y buscar opciones más frescas y naturales

es una inversión en bienestar.

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