Redacción.- La Primera Sala del Supremo de Brasil condenó este jueves por mayoría al expresidente Jair Bolsonaro y a siete de sus más estrechos colaboradores a penas de entre dos y 27 años de prisión por intento de golpe de Estado.
Estas son las claves de la trama que, según la sentencia, “lideró” el líder ultraderechista con el objetivo de “perpetuarse en el poder”, tras perder las elecciones de 2022 frente al actual presidente, el progresista Luiz Inácio Lula da Silva.
1. El origen de la trama: 2021
El juez Alexandre de Moraes, relator del caso, señaló en su voto “13 actos ejecutivos”, respaldados por documentos, audios, mensajes y discursos, que evidencian que Bolsonaro y sus aliados intentaron romper el orden democrático.
El complot comenzó en 2021, específicamente el 29 de julio, cuando Bolsonaro lanzó una campaña de descrédito contra el proceso electoral y el Poder Judicial en una transmisión en vivo.
Esto ocurrió poco después de que Lula recuperara sus derechos políticos y comenzara a liderar las encuestas rumbo a las elecciones de 2022.
Bolsonaro intensificó sus ataques en entrevistas y actos públicos. El 7 de diciembre de 2021, durante el Día de la Independencia de Brasil, lanzó amenazas graves contra los jueces del Supremo y afirmó que no acataría sus decisiones.
La trama incluyó la difusión masiva de noticias falsas para deslegitimar el sistema democrático y preparar el terreno para un quiebre constitucional.
2. Reuniones “golpistas”
Una de las reuniones clave ocurrió el 5 de julio de 2022, cuando Bolsonaro convocó a su gabinete y a los comandantes de las Fuerzas Armadas.
Allí insistió en el discurso del fraude electoral y en la necesidad de “desacreditar la democracia”. Ministros como Anderson Torres (Justicia), Paulo Sérgio Nogueira (Defensa) y Augusto Heleno (Seguridad Institucional), también condenados, apoyaron el plan.
En otra reunión, Bolsonaro se dirigió a embajadores extranjeros para sembrar dudas sobre el sistema de urnas electrónicas vigente desde 1996.
3. El papel de las Fuerzas Armadas
De los ocho condenados, seis son militares. La sentencia indica que Bolsonaro recibió apoyo activo de miembros de su gobierno y de las Fuerzas Armadas.
Ordenó la elaboración de un informe militar sobre las elecciones, que ocultó al no encontrar pruebas de fraude.
Tras perder el balotaje, elaboró decretos para disolver la Justicia Electoral, detener autoridades y evitar la investidura de Lula. Incluso hubo planes de asesinato contra Lula, su vicepresidente Geraldo Alckmin y el juez De Moraes.
El almirante Almir Garnier apoyó la conspiración, pero los comandantes del Ejército y la Fuerza Aérea se opusieron, lo que provocó el fracaso del golpe.
4. De las palabras a los hechos: violencia en las calles
Mientras Bolsonaro actuaba desde el poder, sus seguidores tomaron las calles.
Tras la victoria de Lula, grupos de camioneros bloquearon vías y activistas de extrema derecha acamparon frente a cuarteles militares pidiendo una intervención militar.
El 12 de diciembre, radicales incendiaron vehículos e intentaron invadir la Policía Federal en Brasilia. El 24 de diciembre, colocaron una bomba en un camión cisterna cerca del aeropuerto, que no explotó por un fallo en el detonador.
El ataque más grave fue el 8 de enero de 2023, cuando bolsonaristas invadieron y vandalizaron las sedes del Congreso, el Supremo y la Presidencia, intentando forzar un golpe. Para el Supremo, ese fue el último intento del complot dirigido por Bolsonaro.