Nueva York.- Este 11 de septiembre se cumplen 24 años del evento que transformó la historia de Estados Unidos y del mundo, cuando las Torres Gemelas del World Trade Center fueron destruidas tras el secuestro de cuatro aviones por parte de 19 integrantes de Al Qaeda. La jornada dejó miles de pérdidas humanas, entre ellas un grupo de dominicanos residentes en Nueva York.
De acuerdo con cifras oficiales certificadas por el concejo municipal, al menos 27 dominicanos figuran entre quienes dejaron de existir en aquel día, posicionando a esta comunidad como una de las más afectadas en América Latina. Entre las víctimas se encontraban siete mujeres y veinte hombres, según los registros oficiales de la ciudad.
Los datos confirman que de los 258 hispanos sin aliento tras el ataque, 27 eran de origen dominicano. Sus nombres permanecen grabados en acero en el monumento erigido en memoria de las víctimas del 11-S, donde se resalta su legado como parte de la historia de Nueva York.
Muchos de estos dominicanos trabajaban en el restaurante ubicado en la cima de una de las torres, espacio que concentraba gran parte de la actividad de la comunidad hispana dentro del complejo financiero de Manhattan. En ese lugar, 14 dominicanos se desempeñaban en diversas labores.
Según los reportes, diez de ellos ejercían como meseros, dos como cocineros y dos más como asistentes de cocina. Eran hombres y mujeres que habían emigrado con el objetivo de brindar mejores oportunidades a sus familias tanto en Estados Unidos como en la República Dominicana.
Aunque los registros oficiales reconocen 27 dominicanos, familiares y sobrevivientes han sostenido que la cifra podría haber sido superior, pues no todos los casos quedaron reflejados en las listas certificadas. Aun así, el número validado por las autoridades municipales es el punto de referencia en la memoria colectiva.
Cada año, durante el aniversario, la comunidad dominicana en la ciudad de Nueva York se reúne en actos conmemorativos para rendir homenaje a sus compatriotas. Estas ceremonias constituyen un momento de reflexión sobre el impacto de aquel día y la importancia de mantener viva la memoria de los que ya no viven.
En la ceremonia de este año, como en ocasiones pasadas, se destacó que los dominicanos forman parte inseparable de la historia de resiliencia que marcó a Nueva York y al mundo desde aquel 11 de septiembre de 2001.
