Lo que debía ser un viaje rutinario terminó en tragedia. Ayer lunes 8 de septiembre, un autobús de pasajeros fue arrollado por un tren de carga en la carretera federal Atlacomulco–Maravatío, México, dejando un saldo de 10 personas fallecidas y 50 heridas. Entre las víctimas se encontraba Edith Cruz, de 33 años, originaria de Concepción del Monte, San José del Rincón.
De acuerdo con los reportes iniciales, la unidad de la línea Herradura de Plata intentó ganarle el paso a una locomotora de Canadian Pacific Kansas City (CPKC) en un cruce ferroviario sin plumas de seguridad ni alarmas. El impacto fue devastador: el tren golpeó de lleno al costado del autobús y lo arrastró varios metros sobre las vías.
En el lugar murieron siete mujeres y tres hombres, mientras que decenas de pasajeros resultaron lesionados y fueron trasladados a hospitales de Atlacomulco, San Felipe del Progreso, Ixtlahuaca, Jocotitlán y Toluca. Tres de los heridos en estado crítico fueron trasladados en helicóptero por el Grupo Relámpagos.
Edith había pasado el fin de semana con su familia y regresaba a la Ciudad de México para cumplir con su jornada laboral. Hija y hermana querida en su comunidad.
Su cuerpo fue identificado por sus familiares horas después del accidente. En San José del Rincón, vecinos y amigos la despiden con velorios y mensajes de indignación que claman justicia.
Las familias de los fallecidos responsabilizan directamente al conductor del autobús y a la empresa Herradura de Plata por la decisión imprudente que derivó en la tragedia. Exigen que el caso no quede impune y que se implementen medidas de seguridad en los cruces ferroviarios de la región.
El Ayuntamiento de San José del Rincón confirmó la muerte de Edith y difundió la lista de los heridos. En su mensaje, destacó que la joven se ha convertido en un símbolo de las mujeres trabajadoras que arriesgan su vida en trayectos cotidianos para cumplir con sus labores.
Por su parte, la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) abrió una carpeta de investigación para esclarecer las causas del siniestro. Testimonios refieren que el autobús quedó atorado en el tráfico y, en un intento desesperado por cruzar las vías, el operador aceleró sin éxito. Otras versiones señalan que intentó rebasar al tren sin medir el riesgo.
