
Pocos en el paddock creen ya que Yuki Tsunoda vaya a seguir en Red Bull Racing la próxima temporada, y de hecho, sin el apoyo de Honda, su carrera en Fórmula 1 podría estar llegando a su fin. El equipo señaló “alrededor del GP de México”, a finales de octubre, como fecha límite para que se ganara el puesto, pero la decisión parece casi tomada.
Y fines de semana como el reciente GP de Italia no ayudan a su causa. Mientras su compañero Max Verstappen ganaba con total superioridad, él acababa fuera de los puntos, 13º, pese a que salía noveno. Pero no solo esa comparación le deja mal, ya que su más que probable sustituto, Isack Hadjar, partía desde el pitlane tras cambiar motor y terminó llevándose el último punto en juego, décimo.

Este lunes por la noche, Helmut Marko, otrora valedor del nipón, estuvo en el programa de ServusTV “Sport & Talk aus dem Hangar-7”, y le preguntaron cuál era la explicación de que, en las vueltas rápidas de la carrera de Italia, la de Verstappen fuera 1.7s más rápida que la de Tsunoda.
“Yuki es naturalmente muy rápido, pero quizás eso sea también parte del problema”, comenzó, haciendo referencia a cómo Tsunoda confía tanto en su talento que descuida el trabajo. “En las categorías inferiores, siempre impresionó con sus buenas actuaciones, tanto en la Fórmula 3 como en la Fórmula 2. Parecía que todo le resultaba fácil. Todo parecía resultarle fácil”.
“Y yo siempre le he dicho: ‘Yuki, en la Fórmula 1 tienes que trabajar’. Si soy medio segundo o un segundo más lento que mi compañero de equipo, me quedaré en el paddock día y noche o estudiaré a fondo los datos hasta que entienda por qué soy más lento. Ahí es donde Yuki todavía tiene que llegar”.
Aunque Tsunoda a menudo ha defendido su déficit frente a Verstappen por llevar piezas más desactualizadas en su coche, Marko cree que se explica mejor en la falta de esfuerzo: “Tiene talento, pero por desgracia no es lo suficientemente diligente ni trabajador para compensar esa carencia. Ahora está en sus manos si progresa o no. Sin duda necesita mejorar su nivel”.
La historia de Red Bull con el “poco diligente” Tsunoda viene de lejos. Durante su etapa en AlphaTauri (ahora Racing Bulls), Franz Tost se le llevó a Faenza, Italia, donde el propio Tost le sacaba por las mañanas a correr y donde la mujer de un directivo de AlphaTauri le enseñó inglés. A su compañero de equipo Pierre Gasly se le pidió que hiciera planes con el joven, todo para que no se encerrara en su piso a comer pizza y jugar a la Play.
La llegada de Laurent Mekies a Red Bull fue otro impulso para Tsunoda, al que Horner tenía más desatendido. Pero ni siquiera el cariño de Mekies, que se gira desde el muro de boxes y le regala una sonrisa cada vez que logra una buena tanda (algo que Tsunoda ha admitido que es un gesto que valora muchísimo) parece haberle convencido de que el talento, sin esfuerzo, no es suficiente. Al menos en su caso.
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