El siete veces campeón del mundo de Fórmula 1 Lewis Hamilton llegó al paddock del Autodromo Nazionale Monza de una manera especial el sábado antes de la clasificación para el Gran Premio de Italia de 2025: apareció en una Ducati Panigale V4 S, pintada con el diseño tricolor italiano.
La llamativa combinación de colores rojo, blanco y verde rinde homenaje a la bandera nacional, mientras Hamilton celebra su primera carrera con Ferrari en el histórico circuito.
La moto es inconfundible con su carenado frontal V4 y sus característicos faros dobles LED. Los aletines en la parte delantera y la suspensión Öhlins dorada, típica de la versión S, completan su aspecto.
Bajo el depósito se encuentra un motor Desmosedici Stradale V4 de 1,1 litros que entrega 215 CV y 120,9 newton metro de par. El propulsor derivado de MotoGP utiliza el sistema de válvulas Desmodromic y un cigüeñal contrarrotante para mejorar la dinámica lateral de la moto.
Con un peso en seco de sólo 187 kilogramos, la Ducati acelera hasta 100 km/h en 3,1 segundos y genera la friolera de 37 kilogramos de carga aerodinámica a unos 296 km/h. Sistemas electrónicos como el Wheelie Control, el Slide Control y el Engine Brake Control ayudan al piloto a aprovechar todo el potencial de la moto.
En pista, la “carrera de casa” no le ha ido del todo mal británico: en la primera sesión de entrenamientos libres, marcó el mejor tiempo con un 1:20.117, 0,169 segundos por delante del actual líder del mundial, Oscar Piastri. Hamilton terminó 5º por la tarde y 7º en la última sesión de entrenamientos del sábado, antes de clasificarse quinto a una décima de su compañero Charles Leclerc (saldrá décimo, por sanción).
Hablando sobre cómo está siendo su primer fin de semana como piloto de Ferrari, dijo: “Hasta ahora ha sido increíble. Increíble. No sé qué otra palabra se me ocurre. Llegar el miércoles a la fábrica y luego conducir desde allí a Milán y ver a tanta gente solo en un evento de miércoles…”
“Y luego, el fin de semana, están por todas partes. En un post-evento, escondidos tras los árboles, atraviesas el parque, y están ahí… no sé… Hay muchísimos. Y sales, los ves, sales de la pista, están a ambos lados, hasta donde puedes llegar. Es increíble ver el cariño que la gente de este país siente por este equipo. No hay nada igual”.
Cuando le preguntaron si por eso fue en moto, para pasar entre la gente, remató: “No, había venido en coche los otros días, pero esta vez no quería conducir, así que quería entrar en moto. Iba detrás de la policía”.
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