Científicos hallan agua dulce ‘secreta’ cerca de Cape Cod, una esperanza para un mundo sediento

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Hace casi 50 años, un barco del gobierno de EE.UU. que buscaba minerales e hidrocarburos en la zona perforó el lecho marino y encontró, contra todo pronóstico, agua dulce bajo las profundidades saladas. Este verano, la Expedición 501 realizó una investigación global sin precedentes siguiendo ese hallazgo. Perforando en busca de agua dulce bajo el agua salada cerca de Cape Cod, extrajo miles de muestras de lo que ahora se cree es un acuífero masivo y oculto que se extiende desde Nueva Jersey hasta Maine. Brandon Dugan, científico cojefe de la expedición, afirmó que es solo uno de los muchos depósitos de ‘agua dulce secreta’ que se sabe existen en aguas saladas poco profundas en todo el mundo y que algún día podrían aprovecharse para calmar la sed intensificada del planeta. ‘Necesitamos buscar todas las posibilidades que tenemos para encontrar más agua para la sociedad’, dijo Dugan, geofísico e hidrólogo de la Colorado School of Mines. Encontraron agua dulce y analizarán casi 50.000 litros en laboratorios de todo el mundo en los próximos meses. El potencial es enorme, pero también los obstáculos para extraer el agua y determinar su propiedad y uso sin dañar la naturaleza. Según la ONU, en solo cinco años la demanda global de agua dulce superará la oferta en un 40%. La Expedición 501, una colaboración científica de 25 millones de dólares respaldada por la National Science Foundation de EE.UU. y el European Consortium for Ocean Research Drilling, perforó hasta 1.289 pies bajo el lecho marino. Los científicos creen que el acuífero submarino que muestrearon podría ser suficiente para satisfacer las necesidades de una metrópolis del tamaño de Nueva York durante 800 años. Encontraron agua dulce o casi dulce a profundidades mayores y menores de lo previsto, lo que sugiere un suministro aún mayor. En los meses de análisis por venir, los científicos investigarán una variedad de propiedades del agua, incluida la seguridad para el consumo. También determinarán la edad del agua, clave para saber si es un recurso renovable. Surgen preguntas complejas para la sociedad si la ciencia básica afirma las condiciones necesarias para explotar el agua. Quién la gestionará, si se puede extraer sin contaminar el suministro y si será más económica o ambientalmente más amigable que las plantas de desalinización. Dugan dijo que si los gobiernos deciden obtener el agua, las comunidades locales podrían recurrir a los acuíferos en tiempos de necesidad, como sequías o cuando tormentas extremas inundan las reservas de agua dulce costeras y las arruinan. La noción de usar esta agua enterrada es tan nueva que no ha estado en el radar de muchos legisladores o conservacionistas. Rob Evans, geofísico de Woods Hole, ve algunas banderas rojas: extraer acuíferos submarinos podría desviar agua de las reservas terrestres, y el agua subterránea marina que se filtra al lecho marino puede suministrar nutrientes vitales para el ecosistema. ‘Si comenzáramos a bombear estas aguas, casi con certeza habría consecuencias imprevistas’, dijo. Después de seis meses de análisis de laboratorio, todos los equipos científicos de la Expedición 501 se reunirán nuevamente, esta vez en Alemania, para un mes de investigación colaborativa que se espera produzca hallazgos iniciales que apunten a la edad y el origen del agua. **REDACCIÓN FV MEDIOS**

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