Ex vicepresidenta de Costa Rica advierte sobre violencia política contra mujeres y sus efectos en la democracia

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Santo Domingo. – La exvicepresidenta de Costa Rica, Epsy Campbell Barr, alertó sobre el incremento de la violencia política hacia las mujeres en América Latina y el Caribe, fenómeno que calificó como una de las principales barreras para lograr una democracia más inclusiva y paritaria.

Campbell, quien participó en un espacio de entrevistas en la República Dominicana, sostuvo que la violencia política se ha convertido en la ‘nueva estrategia’ para excluir a las mujeres de la vida pública.

‘Estamos lejos de una realidad paritaria. Los estados están perdiendo no solo ideas, creatividad y fuerza, sino también recursos por una mirada absolutamente parcial’, afirmó al ser entrevistada por la periodista Edith Febles.

La exfuncionaria costarricense explicó que las campañas de descrédito, muchas veces con acusaciones falsas en redes sociales, afectan directamente la imagen, la credibilidad y hasta la vida personal de las mujeres que ejercen cargos públicos.

‘Eso no solo destruye a las personas, también afecta a la democracia, porque desanima a mujeres con gran capacidad de aportar al país, quienes piensan dos veces antes de dar un paso hacia lo público’, subrayó.

Una amenaza regional

Campbell recordó que varios países de la región ya han legislado para combatir la violencia política de género y destacó el impulso de la Comisión Interamericana de Mujeres a una ley marco para la protección de las funcionarias y líderes políticas.

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Advirtió que cuando estas prácticas se normalizan, generan un retroceso en los sistemas democráticos.

‘No es justo que, además de entregar tiempo, recursos y creatividad al país, se intente destruir la vida privada y la reputación de las mujeres como mecanismo para sacarlas del juego político’, señaló.

Responsabilidad de los liderazgos

La exvicepresidenta también reflexionó sobre la influencia de líderes internacionales en los valores democráticos de la región. Recordó que los funcionarios públicos tienen la responsabilidad de ser ejemplo, de educar y de garantizar el bienestar de la ciudadanía.

‘Los ejemplos que damos desde el poder pueden ser positivos o negativos. Cuando se normalizan discursos de odio, de exclusión o de negación de derechos, corremos el riesgo de reproducir malas prácticas en nuestras democracias’, puntualizó.

REDACCIÓN FV MEDIOS