El Pregonero, Santo Domingo.- Washington antagoniza a la revolución chavista. Comenzó con Bill Clinton en 1999, cuando Hugo Chávez asumió la presidencia de Venezuela. George W. Bush dirigió un breve golpe de Estado contra Chávez en abril de 2002; al año siguiente, marchó sobre Irak. A Nicolás Maduro lo han antagonizado desde 2013. Washington lleva 26 años trabajando en eso.
En 2019, Donald Trump y el Reino Unido reconocieron a Juan Guaidó como “presidente venezolano” y confiscaron las reservas internacionales venezolanas. Literalmente, fue “un tumbe”. Posteriormente, arrestaron a mercenarios estadounidenses que intentarían asesinar a Maduro.

Donald Trump busca aquel viejo objetivo con una nueva narrativa: acusa a Maduro de narcotraficante, un argumento reciente.
Anualmente, en mayo, la DEA publica una “Evaluación de la Amenaza Nacional de Drogas” (NDTA, siglas en inglés). La NDTA de 2024 no menciona a Venezuela; la de 2025 menciona al “Tren de Aragua”, no al “Cartel de los Soles”. Ese grupo parece ser un hermano gemelo de las “Armas de Destrucción Masiva” de Saddam Hussein.
Los militares estadounidenses recientemente “hundieron un yate lleno de drogas, matando a sus 11 tripulantes sin nombres ni apellidos”; no hay evidencia pública del yate ni de las drogas. Creerles esto requiere mucha fe, aunque lograron distraernos de que Rusia, China, India, Irán, Corea del Norte —más del 40% de la población mundial— se unifican contra Washington.
Antes de explicar una derrota diplomática, celebran “un golpe” al narcotráfico y a Maduro, el “dictador narcoterrorista” aliado a nuestros enemigos.
Pocos latinoamericanos apoyan a Maduro; todos llevamos uno o varios venezolanos en el alma.
Maduro mantiene cercanía con Irán, Rusia, China y Corea del Norte, naciones que se unifican contra Washington.
La DEA ha relacionado al expresidente colombiano Álvaro Uribe con el narcotráfico; sin embargo, no hay consecuencias significativas, mientras persiguen a Maduro, a quien la propia DEA no conecta directamente con narcotráfico. ¿Qué ocurre aquí?
Venezuela posee la principal reserva petrolera del planeta. Hoy, Trump ambiciona los 300 mil millones de barriles de crudo venezolano, como ayer Bush soñó con el petróleo iraquí en 2003. Nuestros hermanos venezolanos merecen mejor suerte; oremos por Venezuela.
**REDACCIÓN FV MEDIOS**


