Mucho ha sucedido para Naomi Osaka, tanto en el tenis como fuera de él, desde que jugó por primera vez contra Coco Gauff en el Abierto de Estados Unidos en 2019.
Durante ese tiempo, Osaka ganó dos trofeos de Grand Slam para elevar su total de carrera a cuatro, ayudó a generar un debate mundial sobre salud mental al revelar que sentía ansiedad y depresión, se tomó varios descansos de la gira y se convirtió en madre.
El partido de Gauff contra Osaka en la cuarta ronda en Flushing Meadows el lunes sirve como recordatorio, tanto para ellas como para los demás, de aquella noche de hace seis años, así como de todo lo que ha sucedido desde entonces.
“El solo hecho de estar en este punto de mi vida y volver a jugar contra ella”, dijo Osaka, “es, honestamente, para mí… bastante especial”.
Osaka tenía 21 años y era la vigente campeona del Abierto de Estados Unidos y del Abierto de Australia; Gauff tenía 15 años y jugaba apenas su segundo Grand Slam y el primero en Nueva York. Osaka ganó en sets seguidos en el Estadio Arthur Ashe, pero lo más memorable fue lo que sucedió después del último punto.
Gauff estaba llorando, y Osaka se acercó para consolarla y sugerirle que se dirigiera al público, algo muy inusual para la perdedora de un partido. Pero Osaka sabía que los aficionados querrían escuchar a la joven estadounidense que ya daba señales de convertirse en la estrella que es hoy.
“Recuerdo que fue un momento difícil para mí, porque era un partido muy esperado. Recuerdo recordarlo. Supongo que me presioné demasiado pensando que tal vez tenía la oportunidad en ese momento de hacer algo, lo cual definitivamente hice”, dijo Gauff el sábado, “pero creo que simplemente tenía más expectativas de lo que debía hacer”.
Osaka recuerda haber reconocido el talento y el aplomo que poseía Gauff para ser una jugadora tan joven.
“Pensé que se comportó muy bien”, dijo Osaka, cabeza de serie número 23 en Flushing Meadows y quien recientemente comenzó a trabajar con el exentrenador de Iga Swiatek, Tomasz Wiktorowski, “y sabía que volvería”.
El retorno de Osaka
La japonesa Naomi Osaka le sirve a la estadounidense Hailey Baptiste durante la segunda ronda del US Open.
Tras ganar el Abierto de Estados Unidos de nuevo en 2020, Osaka triunfó en el Abierto de Australia en enero de 2021. En el siguiente Grand Slam, se retiró antes de su partido de segunda ronda y explicó los problemas que había estado enfrentando fuera de la cancha, tras lo cual se tomó el primero de varios descansos por salud mental.
El Abierto de Australia, hace cuatro años y medio, fue el último Grand Slam en el que Osaka llegó a la cuarta ronda hasta ahora. Estuvo fuera del circuito durante parte de ese periodo por baja por maternidad.
El sábado, habló sobre “el camino para volver aquí”.
“Me siento feliz”, dijo Osaka, de 27 años, “porque siento que todo mi esfuerzo está dando sus frutos”.
Gauff, que ahora tiene 21 años, ganó el Abierto de Estados Unidos en 2023 y Roland Garros en junio. Es la tercera cabeza de serie en Nueva York, mientras trabaja con un experto en biomecánica para corregir su problemático servicio.
“Naomi y yo no somos muy cercanas, pero sí tenemos una buena relación. La apoyo desde la distancia en todo lo que ha hecho dentro y fuera de la cancha”, dijo Gauff.
“Sería una especie de déjà vu genial”, añadió, suponiendo que esta revancha también será en Ashe, “pero espero que el resultado sea diferente”.
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