Miles de estadounidenses planean acudir a las playas para un último chapuzón de verano este fin de semana del Día del Trabajo, pero la natación podría estar seriamente comprometida: numerosos balnearios advierten contra el baño debido a niveles peligrosos de contaminación fecal.
Playas desde Crystal River (Florida) hasta Ogunquit (Maine) permanecen bajo alertas esta semana por niveles elevados de bacterias asociadas con desechos fecales. Las advertencias desaconsejan el ingreso al agua, ya que estas bacterias pueden causar enfermedades gastrointestinales, erupciones cutáneas y náuseas.

Se han registrado cierres preventivos en algunos de los destinos playeros más populares del país, incluyendo Keyes Memorial Beach en Hyannis (Massachusetts), Benjamin’s Beach en Long Island (Nueva York) y un sector de Imperial Beach cerca de San Diego. Incluso en las prístinas playas de arena blanca de Hawái, el Departamento de Salud estatal alertó sobre elevado conteo bacteriano en Kahaluu Beach Park.
Se trata de un problema crónico y generalizado. Casi dos tercios de las playas analizadas a nivel nacional en 2024 experimentaron al menos un día con indicadores de contaminación fecal en niveles potencialmente inseguros, según el informe veraniego del grupo de conservación Environment America.
La organización revisó playas costeras y de los Grandes Lagos, encontrando que el 84% de las playas del Golfo de México excedieron el estándar al menos una vez. Los porcentajes fueron 79% en la Costa Oeste, 54% en la Costa Este y 71% en los Grandes Lagos.
El reporte indica que más de 450 playas fueron potencialmente inseguras para nadar en al menos el 25% de los días analizados. John Rumpler, director de agua limpia de Environment America, atribuyó el problema principalmente a sistemas de agua y alcantarillado obsoletos que permiten que la contaminación por aguas residuales llegue a zonas de baño.
“Estas playas son un tesoro para familias en Nueva Inglaterra y todo el país. Son un recurso compartido que requiere inversión para evitar que nuestros desechos humanos terminen donde nadamos”, afirmó Rumpler desde Boston.
Otros factores contaminantes incluyen clima severo que satura sistemas de alcantarillado y la expansión suburbana que reduce la capacidad natural de absorción de aguas pluviales.
A pesar de las advertencias, muchos bañistas planean ingresar al océano. Yaromyr Oryshkevych, dentista retirado en Rehoboth Beach (Delaware), manifestó: “No espero peligro de contaminación fecal. Confío en que las corrientes oceánicas diluyan cualquier problema”.
Dana West, trabajador federal que visitaba Rehoboth, recordó que doce miembros de su grupo vacacional sufrieron problemas gastrointestinales tras hacer snorkel en México, pero no anticipa inconvenientes en Delaware: “Supongo que las autoridades nos alertarán sobre niveles anormales”.
Sin embargo, playas cercanas como Rehoboth Bay y Dewey Beach bayside estaban bajo avisos esta semana, que no siempre se publican en letreros visibles.
Environment America evaluó la seguridad comparando los niveles de bacterias fecales con los estándares de la EPA que desaconsejan el baño. En esos niveles, 32 de cada 1.000 nadadores pueden contraer enfermedades.
En Carolina del Norte, cinco playas mantenían avisos a fines de agosto por bacterias fecales elevadas. Erin Bryan-Millush del Departamento de Calidad Ambiental estatal explicó que permanecen abiertas pero con advertencias de riesgo.
El huracán Erin causó erosión y marejada en áreas costeras, mientras que las lluvias estivales exacerbaron la contaminación. “Las alcantarillas pluviales transportan todo tipo de contaminantes, representando un riesgo grave para personas inmunocomprometidas”, advirtió Bryan-Millush.
**REDACCIÓN FV MEDIOS**


