El alcalde de Chicago, Brandon Johnson, ordenó a la policía de la ciudad no cooperar con agentes federales y tropas militares mientras el presidente Trump se prepara para desplegar efectivos en el área con el objetivo de realizar operativos migratorios.
El alcalde demócrata, crítico del presidente, firmó una orden ejecutiva el sábado dirigiendo a las fuerzas del orden locales a no asistir a agentes de inmigración y militares, incluida la Guardia Nacional, en patrullas, arrestos u operaciones si son desplegados en la ciudad.
“No tenemos el lujo del tiempo”, declaró Johnson en una conferencia de prensa, flanqueado por otros líderes municipales. “Hemos recibido informes creíbles que indican que tenemos días, no semanas, antes de que nuestra ciudad presencie algún tipo de actividad militarizada por parte del gobierno federal. En este momento no está claro cómo será exactamente”.
Añadió que la orden pretende servir como un plan claro para empleados municipales y residentes sobre “cómo podemos resistir esta tiranía”.
La directiva requiere que los oficiales permanezcan en uniforme, se identifiquen, sigan los protocolos de cámaras corporales, eviten usar máscaras faciales para distinguirse claramente de cualquier agente federal y hagan cumplir todas las leyes locales.
La orden de Johnson también “insta” a los agentes federales a abstenerse de usar máscaras faciales y seguir los mismos procedimientos que la policía local, mientras exige que Trump “se retire” del despliegue de fuerzas militares.
“Usaremos los tribunales si es necesario”, advirtió el alcalde.
Tras enviar al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y a la Guardia Nacional a Washington, DC, a principios de mes para combatir la delincuencia en la capital nacional, Trump sugirió que Chicago sería “la próxima”.
El asesor fronterizo de Trump, Tom Homan, también ha amenazado con desplegar agentes de ICE en otras ciudades santuario, incluida Nueva York, Los Ángeles, Portland y Seattle.
La Casa Blanca calificó el movimiento de Johnson como un “espectáculo” dirigido a socavar el plan de Trump para reducir la criminalidad.
“Si estos demócratas se concentraran en combatir el crimen en sus propias ciudades en lugar de hacer espectáculos publicitarios para criticar al Presidente, sus comunidades serían mucho más seguras”, declaró la portavoz de la Casa Blanca, Abigail Jackson, en un comunicado.
“Combatir el crimen no debería ser un tema partidista”, concluyó.
**REDACCIÓN FV MEDIOS**