Elizabeth Hillman, presidenta y CEO del Museo y Memorial del 9/11, defendió esta semana los elevados salarios ejecutivos de la organización sin fines de lucro, en medio de creciente indignación por la percepción de que los funcionarios lucrarían con la tragedia. ‘Nuestra compensación ejecutiva está muy por detrás de instituciones similares’, afirmó Hillman en un correo electrónico enviado a los fiduciarios de la fundación, agregando que ‘estudios recientes de compensación han respaldado ajustes en toda la organización’.
Sin embargo, en el correo obtenido por The Post, Hillman no identificó las instituciones de comparación ni citó estudios específicos. Una fuente interna expresó su disgusto: ‘Deja un mal sabor de boca. ¿Por qué ganan tanto dinero con personas muertas?’.

La revelación de The Post la semana pasada mostró que los salarios en la organización se han disparado mientras la institución opera con pérdidas. Hillman recibió $856,216 en compensación total en 2024, según documentos del IRS, un aumento del 63% en dos años. Los siguientes cuatro ejecutivos mejor pagados ganaron entre $432,958 y $486,298.
Paralelamente, el museo registró pérdidas de casi $20 millones en 2024, a pesar de cobrar $36 por entrada adulta y recibir al menos $4,5 millones en fondos públicos.
La controversia se extiende más allá de lo financiero. Familias de víctimas mantienen una amargura de larga data debido a la negativa del museo de reubicar los restos de 1.100 víctimas no identificadas, actualmente en el nivel más bajo del edificio, ignorando las súplicas para moverlos a un lugar accesible donde puedan recibir homenaje.
Hillman afirmó que ‘una diversa variedad de familiares de víctimas abogaron por que los restos regresaran al sitio del World Trade Center’, y que yacen en ‘una instalación separada operada por la Oficina del Médico Forense’.
No obstante, Glenn Corbett, profesor del John Jay College y asesor de familias de bomberos, contradice esta versión: ‘Nunca se les preguntó a las familias dónde colocar los restos. Nuestra encuesta muestra que el 94% se oponía a colocarlos en el museo’. Corbett calificó las afirmaciones de Hillman como ‘bastante indignantes’.
La crítica se extiende a miembros del servicio: ‘¿Estas personas no tienen conciencia?’, cuestionó Rob Johann, teniente del FDNY el 11 de septiembre. Rosemary Cain, cuyo hijo bombero fue asesinado, añadió: ‘Me parece enfermizo que la humanidad se mantenga en almacenamiento en el sótano del museo’.
**REDACCIÓN FV MEDIOS**


