Moscú.- El Kremlin, a través de Dmitri Peskov, portavoz presidencial, rebatió ayer las críticas de la Unión Europea por el ataque contra la delegación comunitaria en Kiev, argumentando que el ejército ruso “nunca ataca infraestructuras civiles”. Peskov afirmó que nunca se acordó una tregua aérea con Kiev y aseguró que es el ejército ucraniano quien ataca la “infraestructura pacífica” rusa, en referencia a los bombardeos contra refinerías que suministran combustible a la maquinaria de guerra rusa.
El portavoz subrayó que “Rusia mantiene su interés en la continuación del proceso negociador para alcanzar sus objetivos precisamente a través de medios político-diplomáticos”.

Paralelamente, el Gobierno de Hungría prohibió la entrada al país y al espacio Schengen al comandante ucraniano responsable del ataque contra el oleoducto ruso ‘Druzhba’, que abastece de crudo a esta nación centroeuropea. Para el Gobierno de Viktor Orbán, esta instalación es “estratégica” para la seguridad energética del país.
El jefe de la diplomacia húngara afirmó que Ucrania es consciente de la esencialidad del oleoducto para Hungría y que estos ataques “no dañan principalmente a Rusia, sino a Hungría y, por supuesto, a Eslovaquia”, que también importa crudo a través del ‘Druzhba’. Se espera que el tránsito de crudo se reinicie en las próximas 48 horas.
En otro desarrollo, el Gobierno italiano confirmó que no participará en “una eventual fuerza multinacional” en Ucrania, aunque evalúa “hipótesis de monitoreo y formación fuera de las fronteras ucranianas” una vez cesen las hostilidades.
Finalmente, el ministro de Defensa ruso, Andréi Beloúsov, inspeccionó ayer la agrupación militar Tsentr que combate en la región de Donetsk, anexionada por Rusia en 2022. REDACCIÓN FV MEDIOS


