La madre de una víctima del tiroteo en la Escuela Católica de la Anunciación de Minneapolis es una enfermera de cuidados pediátricos que acudió a trabajar para ayudar a las víctimas antes de descubrir que era el centro educativo de su propia hija el que había sido atacado. Sophia Forchas, de 12 años, quien aún lucha por su vida en la unidad de cuidados intensivos, fue una de los 14 estudiantes heridos en la masacre perpetrada por la exestudiante Robin Westman, quien se identificaba como transgénero. Una página de GoFundMe creada por su familia describe a Sophia como “una joven brillante, amable y llena de vida”, cuyos padres permanecen a su lado mientras se recupera de esta terrible experiencia. Su hermano menor también se encontraba dentro de la escuela durante el asalto del miércoles cuando Westman, quien murió por una herida de bala autoinfligida en el lugar, abrió fuego durante una misa de inicio del curso escolar. El balance final arroja dos niños fallecidos y 17 heridos. La policía aún no ha determinado un motivo, pero un manifiesto que Westman publicó en YouTube reveló que eligió deliberadamente la escuela como objetivo y mantenía una obsesión con tiroteos escolares previos. **REDACCIÓN FV MEDIOS**
