La gobernadora Kathy Hochul reveló el martes que habló con el presidente Donald Trump durante el fin de semana sobre sus amenazas de desplegar tropas federales en la ciudad de Nueva York, tratando de tranquilizarlo y asegurarle que tiene el crimen bajo control.
Afirma que el presidente debería moderar sus declaraciones sobre el envío de tropas. El presidente a su vez también habló sobre su conversación con la gobernadora sobre el tema en cuestión.
“Señor presidente, puedo proporcionarle todos los datos que necesita para demostrar que la delincuencia ha disminuido. Está funcionando. Nuestras políticas están funcionando”, dijo Hochul sobre la llamada del sábado.
Indicó que defendió las leyes de justicia penal de Nueva York y al Departamento de Policía de Nueva York (NYPD).
“La policía de Nueva York está haciendo su trabajo, nosotros hicimos el nuestro en la legislatura estatal para endurecer unas leyes que llevaban demasiado tiempo siendo laxas y no protegían a la gente de esta ciudad y del estado’, indicó, describiendo la llamada.
Más tarde, Trump intervino el martes durante una reunión del Gabinete en Washington D. C.
“En Nueva York, la situación está fuera de control. No tan mal como en Illinois, por cierto, ni mucho menos. En California, no se habrían celebrado los Juegos Olímpicos si yo no hubiera enviado a las tropas, si no hubiera enviado a la Guardia Nacional. Hicieron un trabajo fantástico”, aseguró.
Pero los miembros de la Guardia Nacional no son desconocidos en Nueva York, ya que Hochul ha aprobado anteriormente múltiples despliegues de la Guardia Nacional, incluidos los 1000 que se encuentran actualmente en el sistema de metro y estacionados en centros de transporte como la Grand Central Terminal, la Penn Station, el Barclays Center de Brooklyn y las zonas cercanas al Aeropuerto Internacional John F. Kennedy.
Además, 3000 guardias forman parte del despliegue en las prisiones estatales fuera de los cinco distritos, que siguen sufriendo la escasez de personal como consecuencia de la huelga de funcionarios de prisiones a principios de este año.
“Si ella quiere, me llevo bien con Kathy, si ella quiere hacerlo, yo lo haría”, dijo Trump cuando se le preguntó por su llamada telefónica con Hochul y si enviaría tropas federales a la ciudad de Nueva York.
“Quiero que esto sea amistoso, pero los lugares de los que estamos hablando están prácticamente todos gobernados por demócratas”, añadió.
El lunes, Trump firmó una orden ejecutiva en la que instruía a la fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, a elaborar una lista de los estados y localidades que “eliminaron” la fianza en efectivo.
“Cuando eliminaron la fianza en efectivo, fue una tragedia para esto. Ahí es cuando realmente empezó. La situación empezó a empeorar”, dijo sobre la ley actual de Nueva York.
Pero en el Empire State, los delitos menores y los delitos graves no violentos no son susceptibles de fianza.
En el caso de los delitos graves violentos, como el asesinato, el robo y los delitos sexuales como la violación, un juez puede imponer una fianza como parte de los requisitos de detención preventiva.
Hochul respaldó varios cambios en la ley de fianzas de 2019 firmada por el entonces gobernador Andrew Cuomo, entre ellos el endurecimiento de las penas para los reincidentes.
En 2022, el candidato republicano Lee Zeldin, que no resultó elegido, convirtió la delincuencia en un tema central de su campaña contra Hochul.
Ahora, preparándose para su reelección en 2026, Hochul vuelve a mostrarse dura con la delincuencia, en un intento de demostrar a los neoyorquinos que no le da miedo la Casa Blanca.
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