Han transcurrido 22 años desde que un tenista estadounidense ganó el US Open. Según el analista de ESPN Pat McEnroe, esta sequía podría finalizar este año en Flushing Meadows. Con el finalista del año pasado, Taylor Fritz, y los ascendentes Ben Shelton, Frances Tiafoe y Tommy Paul, la predicción de McEnroe no parece descabellada.
“Me encantaría verlo”, declaró Shelton, de 22 años. “Frances Tiafoe siempre está en otro nivel cuando juega aquí. Fritz estuvo en la final. Tommy también siempre juega muy bien aquí… Tenemos muchos jugadores que pueden hacer recorridos profundos y enfrentarse a los mejores del mundo. Creo que es cuestión de tiempo. No puedo esperar a que suceda”.

Mientras los hombres esperan su oportunidad, las mujeres estadounidenses no solo han cumplido, sino que han acumulado trofeos. Serena Williams, Venus Williams, Coco Gauff, Madison Keys, Sofia Kenin y Sloane Stephens han ganado torneos desde 2017. Una tenista estadounidense ha llegado a las últimas cuatro finales de Grand Slam —ganando dos— y llegan a Flushing ocupando cuatro de los nueve primeros puestos del ranking WTA.
Para los hombres la historia es diferente. Han pasado más de dos décadas desde que Andy Roddick ganó el US Open de 2003. Shelton todavía estaba en pañales, con solo meses de vida. Pero el zurdo de servicio potente llega a Flushing Meadows habiendo alcanzado los cuartos de final en cuatro de sus últimos 11 Grand Slams.
Dos años después de su paso a semifinales del US Open, Shelton obtuvo su primer título Masters 1000 en Canadá y alcanzó el número 6 del mundo, el mejor ranking de su carrera. Es solo uno de varios jóvenes estadounidenses listos para dar el salto.
Por su parte, Tiafoe comentó que durante años no veía la sequía de títulos como un problema del tenis estadounidense, sino de la era Federer-Nadal-Djokovic.
“Los chicos han estado llamando a la puerta. Ha sido difícil”, reconoció Tiafoe. “Llevo pensando en esto de manera realista unos cuatro años. Antes no lo veía como sequía, sino como un problema de Roger, Novak, Rafa y Murray. No ganabas un Grand Slam. Había muchos otros que tampoco ganaban. Tu nacionalidad era irrelevante”.
“Ahora el juego es muy abierto. Muchos jugadores tienen oportunidades. Eso genera presión adicional, pero también emoción. Piensas: ‘Vaya, muchos pueden hacerlo’, especialmente los estadounidenses. Cuatro o cinco jugadores podrían lograrlo… ¿Vas a ser tú, o vas a ver cómo lo hace otro? Es divertido ser parte de esto”.
Aunque Jannik Sinner y Carlos Alcaraz —apodados “Sincaraz”— se han repartido los últimos siete Grand Slams, la hegemonía de Federer-Nadal-Djokovic ha terminado. Ahora hay oportunidad para todos.
“En última instancia, si quieres ganar, tienes que vencerlos a ellos [Sinner o Alcaraz]”, afirmó Tiafoe. “No podemos ponerlos en un pedestal. Hay que ganarles si quieres hacer algo especial. Tengo mucho respeto por ellos, pero si nos enfrentamos, siento que puedo vencerlos”.
El cuarto cabeza de serie, Fritz, llegó a la final el año pasado antes de caer ante Sinner, convirtiéndose en el primer estadounidense en disputar una final de Grand Slam en 15 años. El número 6 Shelton, el número 17 Tiafoe y el número 14 Paul han alcanzado semifinales y han estado en el Top 10.
Cuando Shelton entró en el Top 10 en junio, se unió a Paul y Fritz para dar a Estados Unidos tres tenistas en el Top 10 por primera vez desde 2006.
Para Fritz, volver a Flushing después de haber estado tan cerca el año pasado solo puede ser positivo.
“En primera o segunda ronda hay nervios, pero si los superas y te estableces, empiezas a sentir esa confianza de haber estado aquí antes, de haber jugado bien”, explicó Fritz. “Si superas los nervios iniciales, entonces te instalas en el torneo y realmente juegas bien”.
**REDACCIÓN FV MEDIOS**


