Terminaron en silencio, con un discreto 1-2-3 en el fondo de la novena entrada frente a un viejo conocido: Aroldis Chapman. Algunos fanáticos ya se dirigían a los estacionamientos y andenes del metro cuando el cuadrangular de Roman Anthony superó la barda y vació las gradas en la parte alta de la novena. Entonces, la salida se aceleró con mayor urgencia.

Esos 47.036 espectadores —al igual que los Yankees— deseaban olvidar este partido lo antes posible.
“No fue una gran noche para nosotros”, admitió el mánager de los Yankees, Aaron Boone.
Los Medias Rojas se impusieron 6-3 en un duelo que, por primera vez en casi dos décadas, revivió la clásica rivalidad Yankees-Medias Rojas de antaño, con altas apuestas en juego y ambos equipos demostrando una auténtica ambición de postemporada. El encuentro se extendió por 3 horas y 25 minutos, el equivalente actualizado a aquellas épicas maratones de 4 horas y media que solían definir estos clásicos.
**REDACCIÓN FV MEDIOS**


