#Salud: 5 cosas para prevenir el mal aliento

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El mal aliento, o halitosis, es una afección
común que afecta a personas de todas las edades. Se produce cuando
se acumulan bacterias en la boca, las cuales descomponen restos de
comida y generan compuestos que provocan un olor desagradable.
Sufrir halitosis no solo resulta incómodo; también puede influir
negativamente en la vida social, laboral y en la autoestima.

Cuidado bucal riguroso

Mantener una higiene bucal impecable evita la
acumulación de placa y restos orgánicos, principales responsables
del mal olor. Cepillar los dientes de forma correcta, alcanzando
todas las superficies y utilizando una buena técnica, es
fundamental para eliminar las bacterias que se alojan en los
recovecos. Igualmente, la lengua y los espacios interdentales
suelen ser lugares olvidados y, al descuidarlos, se convierten en
focos de mal olor. Utilizar pasta dental con flúor
potencia la eliminación bacteriana y protege los dientes, mientras
que un enjuague bucal antibacteriano puede llegar
a zonas que el cepillo no alcanza, pero nunca debe sustituir la
limpieza física diaria.

Rutina diaria de limpieza
oral

Una secuencia ideal comienza con el cepillado,
seguido por el uso de hilo dental para eliminar
los restos atrapados entre los dientes que el cepillo no logra
sacar. Incorporar la limpieza de la lengua, usando un raspador
lingual o el dorso del cepillo, es clave para reducir bacterias.
Estos instrumentos remueven la capa que suele formarse sobre la
lengua, responsable en muchos casos del
mal aliento
matutino. Adoptar esta rutina dos o tres veces al
día mantiene la boca en equilibrio y difícilmente habrá espacio
para los malos olores.

Las visitas al odontólogo no solo son para
cuando se presentan molestias. Un profesional puede detectar a
tiempo infecciones, caries o problemas en las encías que podrían
ser invisibles para quien los padece. Muchas veces, la halitosis
persistente es señal de enfermedad periodontal o cavidades
profundas donde las bacterias prosperan. Una simple revisión dos
veces al año, acompañada de una limpieza profesional, previene
complicaciones y reduce significativamente el riesgo de tener mal
aliento a largo plazo.

Foto Freepik

Hábitos
diarios y alimentación para evitar el mal aliento

Más allá de la higiene, los hábitos cotidianos
y lo que se consume influyen de forma directa en el estado del
aliento. Una boca seca, por falta de hidratación, crea un ambiente
perfecto para la proliferación de bacterias. Por eso, el consumo
adecuado de agua durante el día mantiene la boca limpia y
humidificada. Evitar el exceso de café, tabaco y
alcohol
ayuda mucho, ya que estas sustancias disminuyen la
producción de saliva y favorecen el crecimiento bacteriano. Por
otra parte, incluir en la dieta frutas y verduras crujientes, como
la manzana o el apio, incentiva
la limpieza bucal y aumenta la producción natural de saliva.

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¿Cómo la dieta
influye en el aliento?

Ciertas comidas, por ejemplo ajo,
cebolla y algunas especias intensas, pueden dejar
un olor persistente incluso después del cepillado. En momentos en
que se requiere frescura en el aliento, lo ideal es reducir el
consumo de estos alimentos y dar preferencia a opciones de alto
contenido en fibra y agua, como la zanahoria o la pera. Estos
alimentos ayudan a remover naturalmente los residuos de la
superficie de los dientes y a limpiar la boca mientras se mastican.
Además, una dieta equilibrada, baja en azúcares, favorece un
ambiente menos atractivo para las bacterias responsables del mal
olor.

Hidratación y otras
medidas sencillas

La hidratación es aliada en la lucha contra la
halitosis. Al beber suficiente agua, se elimina parte de los
residuos y se mantiene la humedad bucal, evitando la sequedad que
potencia el mal olor. Masticar chicle sin azúcar
estimula la producción de saliva, ofrece alivio temporal y ayuda a
reducir la sensación de boca seca. Los sprays
bucales
, aunque no eliminan la raíz del problema, son
útiles para ocasiones puntuales donde se necesita frescura
inmediata. Integrar estas pequeñas acciones a la rutina diaria
complementa la limpieza y evita que el
mal aliento
tome protagonismo en la vida social o
profesional.

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