La calma de la comunidad de Mejía Abajo, en Navarrete, provincia Santiago, se vio interrumpida la mañana de este sábado tras el hallazgo sin vida de la joven Susana Cordero, de 39 años. La noticia ha causado profundo pesar entre vecinos y allegados, pues era reconocida por su trato afable y cercano dentro de la comunidad.
Según las informaciones preliminares, la mujer fue encontrada con un elemento atado al cuello, lo que apunta a un posible caso en el que ella misma provocó su pérdida. La situación generó consternación en el sector, ya que Susana era apreciada por muchos y su partida ha dejado sentimientos de sorpresa e incredulidad entre quienes la conocían.
Residentes de la zona señalaron que nunca imaginaron que atravesara circunstancias tan difíciles que la llevaran a tomar una decisión tan drástica. Algunos allegados destacaron que en los últimos días se le había notado más pensativa y retraída, aunque no sospecharon que enfrentara un cuadro emocional de tal profundidad que desembocara en este desenlace.
Al lugar acudieron miembros de la Policía Nacional junto al Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF), quienes realizaron el levantamiento del cuerpo y dieron inicio a las investigaciones de rigor. Los procedimientos incluyen la recolección de pruebas y el análisis correspondiente para esclarecer con certeza las circunstancias que rodearon este lamentable hecho.
Las autoridades manifestaron que no descartan ninguna hipótesis en torno al caso y que se mantienen recopilando testimonios de familiares y vecinos, en busca de información que pueda aportar claridad sobre lo ocurrido. El proceso investigativo sigue en curso y se espera que en los próximos días se tengan más detalles sobre la situación.
Este acontecimiento vuelve a poner en relieve la preocupación existente respecto a los problemas de salud mental y la depresión, condiciones que afectan a numerosas personas en silencio. Muchas veces, estas realidades no son advertidas por su entorno y pueden desembocar en pérdidas irreparables que marcan profundamente a familias y comunidades.
La comunidad de Mejía Abajo permanece consternada, mientras los allegados a Susana Cordero buscan asimilar la noticia y encontrar consuelo tras lo sucedido. El hecho subraya la importancia de brindar acompañamiento, atención psicológica y apoyo a quienes atraviesan momentos de vulnerabilidad emocional, con el fin de evitar que situaciones semejantes se repitan en la sociedad.
REDACCIÓN FV MEDIOS