Santo Domingo, RD.– Un joven dominicano solicitó clemencia a las autoridades migratorias para proteger a su familia, especialmente para que no deporten a su esposa haitiana y a su hija recién nacida. Ambas fueron trasladadas al Centro de Retención de Extranjeros desde la maternidad de Los Mina, donde la menor nació.
El proceso de deportación masiva de extranjeros irregulares que se desarrolla en el país está afectando profundamente a varias familias dominicanas. Los sentimientos de incertidumbre y preocupación se reflejan en quienes enfrentan la posibilidad de separación forzada, con temor de no poder mantener unida a su familia.

Otro joven expresó que lleva cinco días en espera, angustiado por no saber qué pasará con su familia. Señaló que está especialmente preocupado por la seguridad de su hija, temiendo que pueda quedar desamparada en las calles de Haití sin que él pueda impedirlo.
De manera similar, un ciudadano haitiano manifestó su deseo de evitar la deportación de su esposa y madre de una niña de un año de edad. Su solicitud refleja la preocupación común entre muchas familias que enfrentan medidas migratorias estrictas en el país y buscan alternativas para permanecer juntos.
Las autoridades dominicanas han informado que, en lo que va de este año, más de 210 mil haitianos han sido repatriados, cumpliendo con las disposiciones establecidas por el Gobierno. Esta cifra evidencia la magnitud del proceso migratorio que ha generado impacto en diversas comunidades y ha provocado situaciones de vulnerabilidad familiar.
En este contexto, los casos individuales llaman la atención sobre la necesidad de equilibrio entre la aplicación de las políticas migratorias y la protección de derechos humanos, particularmente en situaciones que involucran menores de edad y recién nacidos. Las familias afectadas buscan apoyo legal y mediación para que se evalúe la permanencia de sus miembros en el país.
Los testimonios recopilados muestran la tensión emocional que experimentan quienes están directamente involucrados en estos procesos. Muchos ciudadanos dominicanos y extranjeros resaltan que el miedo a la separación y la incertidumbre sobre el destino de los hijos incrementa el estrés y la ansiedad, impactando la vida cotidiana de quienes atraviesan la situación.
Mientras el Gobierno continúa con la ejecución de las disposiciones migratorias, los afectados apelan a la comprensión y a la consideración de las autoridades para que se pueda garantizar el bienestar de los menores y la preservación de la unidad familiar, en medio de un contexto que ha generado gran atención mediática y social.
REDACCIÓN FV MEDIOS


