#Salud: ¿Debes ducharte por la mañana o por la noche?

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Ducharse puede parecer una rutina simple, pero elegir el mejor
momento trae consigo un debate cada vez más actual. Las
preferencias suelen dividirse entre quienes buscan comenzar el día
con energía renovada y aquellos que valoran el descanso profundo
después de una ducha relajante.

Esta decisión influye tanto en la higiene
personal
como en el bienestar físico y mental, e incluso
puede transformar la manera en que se afronta la rutina diaria.
Cada horario aporta beneficios distintos y también tiene sus
limitaciones, dependiendo de las necesidades individuales y de
factores como el clima, la piel y el nivel de actividad.

Beneficios de
ducharse por la mañana

Iniciar el día con una ducha es una estrategia que muchos
relacionan con energía, frescura y productividad. Este hábito
cumple varias funciones clave que impactan tanto en la salud de la
piel como en la preparación mental para las tareas diarias.

Activación y
energía para iniciar el día

Una ducha por la mañana despierta el cuerpo. El
agua, sobre todo si está en torno a los 33 o 37 grados, estimula la
circulación sanguínea. Esto reduce la sensación de letargo y
promueve el estado de alerta. El impacto en el sistema nervioso
ayuda a organizar las ideas y a mentalizarse para el día que está
por comenzar. Muchas personas notan que, tras
ducharse
, piensan con mayor claridad y tienen más disposición
para afrontar compromisos.

Higiene tras la
noche y cuidado de la piel

Durante el sueño, la piel acumula sudor, grasa y
microorganismos
. Estos residuos, que se mezclan con las
bacterias naturales del cuerpo, pueden causar irritaciones o
pequeñas infecciones si no se remueven. Una ducha matutina elimina
estos restos y reduce el posible olor corporal.
Además, limpiar la piel al levantarse favorece la absorción de
productos faciales y tratamientos capilares. De esta forma, la piel
y el cabello empiezan el día más saludables y protegidos.

Facilita
el cuidado personal y la rutina diaria

El baño en la mañana aporta una sensación de
frescura
que perdura durante varias horas. Esta rutina
facilita el arreglo personal, la aplicación de productos de cuidado
y la organización de la jornada. Para quienes tienen horarios
exigentes o prácticas deportivas, la limpieza matutina ayuda a
sentirse renovados y mejora la presentación personal frente a los
demás.

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Foto Freepik

Ventajas de ducharse por
la noche

La ducha nocturna no solo es una herramienta de limpieza al
final del día, también puede transformar la calidad del descanso y
proteger el entorno doméstico. Quienes la eligen buscan cerrar la
jornada con un ritual de relajación y bienestar.

Preparación
del cuerpo para un mejor descanso

Usar agua caliente antes de dormir ayuda a relajar los
músculos
y a liberar tensiones acumuladas. Este pequeño
gesto favorece el descenso gradual de la temperatura corporal,
clave para la producción de melatonina, la hormona
que regula el sueño. El resultado es una transición suave hacia el
descanso, lo cual puede mejorar la calidad del sueño y reducir el
insomnio.

Eliminación
de impurezas, alérgenos y contaminantes

A lo largo del día, la piel entra en contacto con polvo,
polen, sudor y contaminantes
ambientales. Ducharse antes
de acostarse elimina estos residuos y disminuye el riesgo de
irritaciones cutáneas y alergias. Limpieza nocturna significa menos
bacterias y gérmenes en la superficie de la piel, ideal para
quienes viven en ciudades grandes o tienen contacto con ambientes
polvorientos.

Impacto
en la higiene de la ropa de cama y el entorno

Dormir limpio minimiza la transferencia de microbios y
bacterias
a las sábanas y ropa de cama. Mantener este
hábito reduce la frecuencia con la que aparecen malos olores y la
acumulación de restos celulares en el entorno de descanso. La
combinación de
ducharse
por la noche y lavar con regularidad las sábanas ayuda
a crear un espacio más saludable para dormir y prolonga la frescura
de la ropa de cama.

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