Joel Brown, de 38 años, admitió tener once perros de raza pitbull en su residencia en el estado de Ohio. De acuerdo con las autoridades, los animales estaban encadenados a neumáticos enterrados en el suelo y compartían un mismo espacio, aunque sin poder interactuar físicamente entre ellos.

La investigación se inició después de que Brown publicara en su cuenta de Facebook un video donde se veía a uno de los perros, cubierto de cicatrices, corriendo en una cinta diseñada para el entrenamiento canino.
Tras un registro en el domicilio, agentes del distrito y personal de la organización protectora de animales Columbus Humane rescataron a los perros.
La ley federal prohíbe «poseer, entrenar, transportar, entregar, recibir, comprar o vender animales destinados a participar en peleas».
Además del cargo relacionado con el maltrato animal, Brown también fue imputado por posesión de aproximadamente 52 gramos de metanfetamina, sustancia que presuntamente pretendía vender.


