#Salud: ¿Por qué el estrés hace que el cabello se vuelva gris?

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El impacto del estrés en la salud no se limita a lo que se
siente o se piensa, también se refleja en el cuerpo, y el cabello
no es la excepción. Cada vez más personas notan la aparición de
canas después de vivir situaciones emocionales intensas. La ciencia
ha confirmado que el estrés puede acelerar el encanecimiento y esto
despierta aún más curiosidad.

El
mecanismo biológico detrás de las canas por estrés

Las raíces de las canas están en el funcionamiento interno del
folículo piloso. El cabello debe su color a la
melanina, un pigmento que producen células
especializadas llamadas melanocitos. Estos viven
en la base de cada pelo y actúan cada vez que el cabello crece.
Cuando el cuerpo enfrenta situaciones de estrés,
el sistema nervioso simpático se activa y aumenta
la liberación de norepinefrina. Esta sustancia, al
llegar al folículo piloso, desencadena una reacción en la que las
células madre de los melanocitos se agotan de manera acelerada.
Cuando se acaban estas reservas, el cabello empieza a perder
pigmento y aparecen las canas.

El estrés también dispara un fenómeno conocido como
estrés oxidativo. Aquí, los radicales libres dañan
las células sanas del folículo piloso, lo que debilita la capacidad
de los melanocitos para producir melanina. El resultado es un
cabello que pierde progresivamente su color natural.

Los melanocitos y
la pérdida de pigmento

Los melanocitos tienen la tarea de entregar
color a cada hebra de cabello. Estos funcionan como pequeños
pintores trabajando durante el crecimiento del pelo. Cuando su
número disminuye por el agotamiento celular, simplemente dejan de
aportar pigmento. Esto hace que el nuevo cabello que emerge sea más
claro, hasta que finalmente se vuelve gris o blanco. La pérdida de
estos pigmentos es permanente si se destruyen todas las células
madre responsables del color.

El papel
del estrés y las hormonas en el cabello

Durante episodios de estrés, el cuerpo produce
norepinefrina y cortisol en
grandes cantidades. La norepinefrina, en particular, acelera la
salida de células madre desde el folículo, reduciendo las reservas
de células productoras de pigmento. El cortisol, la hormona clásica
del estrés, cambia los ritmos naturales de trabajo celular,
reduciendo la capacidad de los melanocitos para sobrevivir y
multiplicarse.

Esta acción hormonal directa acelera el proceso de
encanecimiento. Un episodio de estrés intenso puede reducir de
inmediato la cantidad de células necesarias para la producción de
melanina, lo que deja al cabello indefenso frente a la pérdida de
color.

Foto Freepik

Estrés
oxidativo y daño celular en el cabello

El estrés oxidativo es un enemigo silencioso
del cabello. Los radicales libres, pequeñas moléculas inestables
generadas en grandes cantidades cuando hay estrés, atacan
directamente a los melanocitos. Este daño disminuye la calidad y
cantidad de melanina, llevando a un cabello más claro que, con el
tiempo, luce gris.

El daño celular también afecta la estructura del folículo
piloso, lo que puede resultar en cabellos más finos, quebradizos y
menos brillantes. El encanecimiento, entonces, se vuelve parte
visible de los efectos negativos del desequilibrio interno
provocado por el estrés.

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Factores
que aceleran el encanecimiento y formas de prevenirlo

No todo depende solo del estrés. Existen otros factores que
contribuyen a que el cabello pierda su color antes de tiempo.
Afortunadamente, también hay formas sencillas de mantener la salud
capilar y retrasar la aparición de canas.

Predisposición
genética y factores ambientales

El factor genético juega un papel muy
importante en el encanecimiento. Si padres o abuelos tuvieron canas
tempranas, es más probable que ocurra lo mismo en las siguientes
generaciones. Pero el ambiente también interviene. La exposición
constante a contaminantes, rayos
UV
y productos químicos afecta la salud del folículo.
Estilos de vida poco saludables, como fumar o dormir poco, aceleran
la aparición de canas al aumentar la carga de radicales libres en
el organismo.

Hábitos
saludables que protegen el color natural del cabello

El mantenimiento del color depende en gran parte de los hábitos
diarios. Una buena alimentación rica en
antioxidantes y vitaminas asegura que las células del cabello se
mantengan sanas. Practicar gestión del
estrés
con actividades como la meditación o el
ejercicio ayuda a mantener en equilibrio las hormonas que dañan el
folículo piloso.

Dormir bien y evitar el consumo excesivo de toxinas fortalece el
sistema capilar. Reducir la exposición a químicos, escoger
productos de cuidado adecuados y protegerse del sol ayuda a
ralentizar el proceso natural de encanecimiento.

Mantener un estilo de vida equilibrado es la mejor herramienta
para defender el color propio del cabello. Incorporar rutinas de
cuidado y priorizar la salud física y mental es clave para que el
cabello refleje juventud y bienestar por más tiempo.

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