Oscar Piastri aterriza en el Gran Premio de Hungría 2025 en el mejor momento de su corta, pero ya brillante, trayectoria en Fórmula 1. Vencedor en Spa hace apenas unos días, el australiano llega como líder del Mundial con 16 puntos de ventaja sobre su compañero de equipo, Lando Norris, y nada menos que 81 sobre un Max Verstappen prácticamente descartado de la batalla por el título. La situación es clara: el McLaren F1 es el mejor coche de la parrilla, y salvo sorpresa mayúscula, el Mundial se decidirá entre los dos pilotos de Woking.
“Supongo que sí, los últimos fines de semana estaba la cosa entre Lando y yo”, reconoce Piastri en el Media Day del GP de Hungría. “Pero aún espero que los competidores planteen batallas en algunas de las pistas que quedan en la temporada. Si esa oposición viene de Verstappen, Mercedes, Ferrari o de otro no es algo que me preocupa demasiado. Simplemente tenemos que competir y aumentar la diferencia. Lando y yo tenemos el mismo coche, que es el mejor, y naturalmente va a ser mi competidor más cercano”.
El escenario actual poco tiene que ver con el de hace un año. En Hungaroring, en 2024, Piastri logró su primera victoria en F1 —aunque fuese en una carrera sprint— cuando aún estaba en pleno proceso de adaptación. Ahora, lidera el campeonato y llega a un trazado que le trae buenos recuerdos: “Históricamente hemos ido bien en Hungría, sobre todo los dos últimos años. Mis expectativas es que seamos fuertes este fin de semana, pero hay pistas que pensábamos que íbamos a estar muy fuertes comparado con nuestros competidores y ha sido todo lo contrario, y otros trazados donde la diferencia era mucho más grande de lo esperado, pero seguro que estaremos arriba”.
Pese a todo, el australiano no da nada por hecho. Quedan once carreras por delante, incluida la de este fin de semana, y cualquier detalle puede marcar la diferencia. Incluso una sprint, aunque sigue sin considerarlas como verdaderas victorias: “Sigo sin pensar que son victorias de verdad, pero sí que son importantes. En la posición que estamos como equipo tienes más que perder que ganar, porque una posición supone un punto. Es difícil, no se te recompensa si haces un gran trabajo en la sprint”.
Un título que se decidirá por regularidad… y velocidad
Cuando se le pregunta si se siente capaz de ganar el título, Piastri no se esconde: “Tengo bastante confianza en mí mismo de poder ganarlo, sí. No todos los fines de semana han sido perfectos, pero no cuento con muchos fines de semana perfectos en mi vida. Siempre intento tener un año consistente, porque es algo importante. El ritmo en los últimos fines de semana, sobre todo en Spa, me ha aportado mucha confianza y creo que puedo mantenerlo hasta final de temporada”.
Pero, ¿qué es más importante para lograr el título: cometer menos errores o ser el más rápido? “Ambos”, responde sin dudar. “Podrías argumentar cualquiera de los dos. Puedes ser consistente, pero si eres segundo consistentemente no serás campeón. El nivel de mi compañero me exige el mejor nivel por mi parte y cuando empujas tan fuerte cometerás errores. No te puedes relajar para ser consistente, necesitas ambas cosas para el campeonato”.
¿Paz duradera en McLaren?
La tensión entre compañeros de equipo cuando hay un título en juego es un clásico de la Fórmula 1. McLaren ya vivió algo así con Alain Prost y Ayrton Senna, y muchos se preguntan si la historia podría repetirse con Piastri y Norris. El australiano, sin embargo, asegura que el ambiente en el equipo es bueno y que ambos están comprometidos a mantenerlo así.
“Todo el mundo conoce la historia de Senna y Prost y su rivalidad, pero no creo que necesites un ejemplo para fijar la cultura que tenemos. Ambos queremos la oportunidad de ganar el Mundial y de tener este coche durante muchos años, y la mejor manera que podemos hacerlo es dándole al equipo buena moral y buena confianza, y hacer que haya un buen ambiente dentro del equipo. Todos hemos visto cómo puede torcerse la cosa”.
¿Y qué hay de las órdenes de equipo? ¿Les dejarán luchar hasta el final? “Sí, tenemos libertad total para luchar, por lo menos de momento. Hemos tenido libertad para competir desde la primera carrera”, sentencia con una sonrisa. Con el dominio de McLaren cada vez más claro y la lucha interna en plena ebullición, Hungría puede ser otro capítulo clave de un Mundial que ya tiene nombre propio: batalla papaya.
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