Un vuelo procedente de Madrid, España, que aterrizó a las 6:00 de la tarde en el Aeropuerto Internacional de Las Américas (AILA), motivó la activación de los protocolos de seguridad tras recibirse una alerta por amenaza de bomba.
La aeronave llegó con 320 pasajeros a bordo y logró aterrizar sin contratiempos, conforme a los procedimientos establecidos. Tras su llegada, el avión fue inspeccionado cuidadosamente por especialistas del Cuerpo Especializado en Seguridad Aeroportuaria y de la Aviación Civil (CESAC), junto a unidades caninas entrenadas para este tipo de situaciones.
A pesar del incidente, las autoridades del aeropuerto informaron que las operaciones en el AILA continúan desarrollándose de manera normal. No se reportaron interrupciones en los vuelos ni en las actividades de la terminal aérea.
El equipo técnico continúa realizando las revisiones necesarias para garantizar que no exista ningún riesgo, siguiendo los protocolos internacionales aplicables en este tipo de casos. Las inspecciones incluyen una revisión exhaustiva de la cabina, equipaje y demás compartimentos del avión.
Hasta el momento, no se ha confirmado la presencia de ningún objeto sospechoso dentro de la aeronave. Tampoco se han ofrecido detalles sobre el origen de la alerta ni sobre personas específicas involucradas en el hecho.
Las autoridades aeroportuarias reiteraron que la seguridad de los pasajeros es la prioridad y que se toman todas las medidas necesarias ante cualquier notificación recibida. Por ello, se activó el protocolo correspondiente apenas se recibió la información.
Los 320 ocupantes del vuelo se encuentran en condiciones estables, y las autoridades no han informado sobre situaciones de riesgo ni alteraciones de salud entre los pasajeros. La terminal mantiene en funcionamiento sus servicios habituales, incluyendo migración, aduanas y embarques.
La situación está siendo monitoreada por los organismos correspondientes, quienes se encargarán de emitir cualquier información adicional tras concluir las investigaciones pertinentes. Mientras tanto, el flujo de pasajeros y las actividades operativas continúan de manera fluida en el aeropuerto.