Los TPC (las pruebas privadas que los equipos realizan con monoplazas utilizados en las dos últimas temporadas) se han convertido en una parte importante del trabajo de los equipos. Generalmente, estas pruebas están enfocadas a hacer crecer la experiencia de los pilotos jóvenes, pero el año pasado no pasó desapercibido un intenso programa que McLaren F1 llevó a cabo con sus dos pilotos titulares. Las polémicas se calmaron con la introducción en el reglamento deportivo de una nueva norma que limita a mil kilómetros las pruebas anuales que un equipo puede realizar con sus pilotos oficiales.
En 2026 habrá muchos cambios en cuanto a la provisión de unidades de potencia, ya que se espera que la mitad de los equipos actuales cambien de motorización. Sauber (que se convertirá en Audi) pasará del motor Ferrari a uno de fabricación propia, Aston Martin Racing de Mercedes a Honda, Alpine de su propio motor a Mercedes, y el tándem Red Bull/Racing Bulls correrá con una unidad de potencia completamente nueva, diseñada y fabricada en Milton Keynes. Para estos equipos surgió el problema de cómo planificar el programa TPC con sus coches de 2024/25 equipados con los motores actualmente en uso.
Tras varias discusiones, se ha llegado a un acuerdo. La FIA ha garantizado que en las dos próximas temporadas los proveedores de unidades de potencia que finalicen sus contratos de suministro a finales de año deberán asegurar a sus antiguos clientes la disponibilidad de los motores actuales.
La Federación Internacional ha impuesto esta obligación durante dos años, pero no ha establecido ningún límite de coste. Los test TPC no están sujetos al límite presupuestario (budget cap) y, sin un acuerdo de caballeros (gentleman’s agreement), los precios serán fijados libremente por los proveedores. Según información recogida en el paddock de Spa, uno de los principales fabricantes ya habría comunicado a sus clientes que el precio por kilómetro será exactamente el doble respecto al coste actual de las unidades.
Foto de: Giacomo Rauli
“No creo que sea un problema”, comentó una fuente del paddock. “Todos los costes que no están afectados por el budget cap no parecen ser objeto de grandes esfuerzos de ahorro por parte de los equipos…”. Ferrari (si se lo solicitan) deberá garantizar el suministro a Audi, Mercedes a Aston Martin y Honda a Red Bull y Racing Bulls.
Para Alpine será todo más sencillo al disponer de sus propias unidades de potencia, siempre y cuando en la sede de Viry-Châtillon no decidan también desmantelar el departamento encargado de revisar las actuales unidades.
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