Alexander, un joven con discapacidad auditiva y del habla que reside en San Pedro de Macorís, fue recientemente señalado por error en redes sociales debido a una imagen que lo vinculaba con Anaurys Castillo, un joven reportado como desaparecido durante la pandemia en Santo Domingo. La confusión se originó por el parecido físico entre ambos.
Este malentendido provocó que diversos usuarios en plataformas digitales comenzaran a compartir el contenido, sugiriendo la posibilidad de un vínculo familiar o incluso una supuesta reaparición de Castillo. La publicación del collage sin una verificación previa generó gran circulación y especulación en línea.
Ante la situación, Alexander decidió actuar para aclarar los hechos. Con ayuda de personas cercanas y mediante lenguaje gestual, contactó al comunicador Daniel Merán con el objetivo de hacer pública su identidad y desmentir la información que estaba circulando en su contra en medios sociales.
El joven dejó establecido que no conoce a Anaurys Castillo y que no existe ningún tipo de relación entre ellos. Su familia también se pronunció reafirmando sus datos personales y lamentando que la divulgación de contenido erróneo causara malestar a su entorno cercano, solicitando respeto para su imagen.
Alexander enfrenta desafíos en su comunicación diaria debido a su condición, lo que complicó aún más el impacto de los señalamientos injustificados. A pesar de ello, expresó su deseo de que cesen los comentarios y que su integridad como ciudadano sea respetada, sin ser objeto de especulaciones infundadas.
El comunicador Daniel Merán, luego de recibir la solicitud de Alexander, compartió públicamente la información para frenar la difusión del contenido incorrecto. “Cada persona tiene derecho a ser identificada correctamente y a no ser víctima de rumores injustos”, señaló.
Asimismo, hizo un llamado a la ciudadanía para que actúe con responsabilidad antes de difundir imágenes o afirmaciones en redes sociales. Recordó que detrás de cada fotografía hay una persona con una historia real que merece consideración y trato digno, sin ser blanco de interpretaciones equivocadas.
Por Daniel Merán