La búsqueda constante de adrenalina, la necesidad de obtener aprobación en redes sociales a través de los “likes” y la emoción de desafiar los controles establecidos motivan a numerosos jóvenes motoristas a realizar maniobras peligrosas cada día.

Estas acciones, que son ejecutadas sin las debidas medidas de protección, representan un riesgo significativo para quienes las practican, exponiéndolos a consecuencias físicas que pueden llegar a ser permanentes.

Algunos de los participantes en estas prácticas han resultado con lesiones que afectan de forma duradera su movilidad o su calidad de vida. No obstante, la repetición de estos actos se mantiene en distintos puntos del país, especialmente en vías públicas donde el tránsito es compartido por otros ciudadanos.
A pesar de los llamados de atención de distintos sectores y del reforzamiento de controles por parte de las autoridades, las maniobras continúan apareciendo en plataformas digitales, con registros en video que reciben gran cantidad de visualizaciones.
Este tipo de conductas ha generado preocupación tanto entre organismos de tránsito como entre familiares de los jóvenes involucrados. Las autoridades insisten en la necesidad de fomentar una cultura de respeto a las normas y de preservación de la integridad física.
El atractivo de las redes sociales y la exposición digital ha contribuido a que estas maniobras no solo se repitan, sino que también se promuevan entre los propios participantes. En muchos casos, el objetivo principal es capturar la acción en video para luego difundirla ampliamente.
Las consecuencias no siempre se limitan a quien realiza la acrobacia. En ocasiones, transeúntes o conductores que circulan en la misma vía se ven afectados por las acciones temerarias de estos jóvenes, lo que eleva el nivel de riesgo colectivo.
El fenómeno ha abierto un debate en torno al uso responsable de las plataformas digitales, la influencia del entorno virtual en la toma de decisiones de los jóvenes y la efectividad de los controles actuales para evitar estas prácticas.
Ante este panorama, diversos sectores reiteran el llamado a la reflexión y al cuidado personal, destacando que la popularidad digital no debería obtenerse a costa de la salud ni de la seguridad propia ni ajena.


