SANTO DOMINGO.- La reciente designación de Magín Díaz como nuevo ministro de Hacienda ha generado un torbellino de opiniones en distintos sectores del país, con especial atención sobre las implicaciones fiscales que podría tener su nombramiento. El dirigente político y exministro de Educación, Melanio Paredes, consideró que el anuncio “ha abierto un despertar” ante la posible aplicación de una reforma fiscal, un tema que ha sido pospuesto durante años por su alta carga política y social.
Díaz, quien ocupó la Dirección General de Impuestos Internos durante el gobierno de Danilo Medina (2016-2020), ha sido blanco de críticas por parte de sectores que cuestionan su retorno a una posición clave dentro del gabinete económico. Las voces más críticas han señalado su vínculo con el pasado gobierno y expresan preocupación por el rumbo que podría tomar la política tributaria bajo su gestión.
No obstante, otros actores del ámbito económico y político han respaldado su designación, destacando su alto nivel técnico y experiencia en la administración pública. Aseguran que se trata de un profesional con la preparación necesaria para manejar los desafíos fiscales del país en un contexto económico internacional complejo.
En cuanto a la salida de Jochi Vicente del cargo, también se han expresado diversas opiniones. Algunos consideran válida su renuncia, recordando que en días pasados el propio Vicente había manifestado la necesidad de “sangre nueva” para dar continuidad a los avances logrados en materia fiscal y financiera durante su gestión.
La designación de Díaz, sumada a la posible discusión de una reforma fiscal en los próximos meses, ha encendido el debate sobre el futuro de la política tributaria dominicana y el equilibrio entre sostenibilidad fiscal y equidad social.