Puerto Plata.– Se ha presentado una denuncia que involucra a la enfermera Raysa Muñoz Gómez, una joven profesional recién egresada y reconocida por su desempeño académico. La información compartida indica que ha sido objeto de agresiones físicas en varias ocasiones, lo que ha generado consecuencias importantes para su salud.
El informe señala al señor Wili Manuel Hernández como responsable de estas acciones. Según lo denunciado, el origen del conflicto estaría vinculado con la esposa del señalado, quien mantiene una relación de comadrazgo con la enfermera. Esta situación personal habría derivado en diversos episodios de violencia.
La denuncia especifica que Raysa ha sido víctima de múltiples episodios de contacto físico no deseado que han dejado secuelas notables. Entre los efectos reportados se encuentra un impacto significativo en su salud cerebral. La joven contaba con antecedentes médicos que le impedían recibir golpes en la cabeza, situación que habría agravado el cuadro actual.
Durante su formación profesional, Raysa destacó por su rendimiento, obteniendo calificaciones entre 90 y 100. Sin embargo, el deterioro físico y mental derivado de estos hechos ha limitado su desarrollo y desempeño profesional. La joven es madre de tres niñas menores y actualmente enfrenta un proceso de recuperación que también ha afectado su entorno familiar.
La denuncia resalta que la afectada no ha podido continuar con sus funciones como voluntaria en el hospital Ricardo Limardo, en Puerto Plata, debido a las consecuencias físicas derivadas de los episodios descritos. La comunidad, al tanto de la situación, ha mostrado apoyo y solidaridad con ella.
Las autoridades correspondientes ya han sido informadas sobre este caso. Se espera que inicien las indagaciones pertinentes para esclarecer los hechos denunciados y tomar las medidas necesarias. Hasta el momento, no se han emitido pronunciamientos oficiales sobre el avance de estas diligencias.
La situación ha generado preocupación en distintos sectores, ya que pone en evidencia los riesgos que pueden enfrentar las profesionales de la salud dentro de su propio entorno. La prioridad es que se garantice la seguridad e integridad de quienes se dedican a cuidar a otros.
Se aguarda que, con el avance del proceso, se esclarezcan las circunstancias y se adopten acciones conforme a lo establecido por la ley. Mientras tanto, Raysa y su familia permanecen bajo atención médica y apoyo comunitario en Puerto Plata.