El desgarrador relato de una sobreviviente en naufragio en Juanilo #FVDigital #FelixVictorino

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REPÚBLICA DOMINICANA.– Las autoridades dominicanas informaron este viernes que rescataron a 17 personas tras el hundimiento de una lancha que se dirigía hacia Puerto Rico con un grupo de migrantes. Según los datos ofrecidos por la Defensa Civil, al menos cuatro personas ya no viven y cerca de una veintena continúa desaparecida.

De acuerdo con los testimonios recogidos por los rescatistas, en la embarcación viajaban unas 40 personas al momento del hecho. La institución detalló que se han recuperado los cuerpos de “tres hombres y una mujer” y confirmó que entre los sobrevivientes se encuentra un menor de edad.

Estas pequeñas embarcaciones, conocidas localmente como yolas, suelen ser utilizadas para transportar personas de manera irregular hacia Puerto Rico, un territorio con estatus de Estado libre asociado a Estados Unidos. En este caso, la lancha se hundió frente a las costas de Juanillo, en la provincia La Altagracia, ubicada en el extremo este de la isla, muy próxima a Punta Cana.

La Armada Dominicana indicó que de los 17 rescatados, diez son ciudadanos dominicanos y siete son de nacionalidad haitiana. Aunque no se especificó la identidad de las personas involucradas, se confirmó que los operativos de búsqueda siguen activos en la zona marítima.

¿Será que este es mi final?” fue el pensamiento que atravesó como un rayo la mente de María Casilda, una mujer de Santo Domingo, mientras luchaba con desesperación contra la inmensidad del mar Caribe, tras el naufragio de la yola en cuestión.

María Casilda, una mujer oriunda de Santo Domingo, narró lo que vivió durante el naufragio frente a las costas de Playa Juanillo, en Verón-Punta Cana. (PATRICIA HEREDIA)
María Casilda, una mujer oriunda de Santo Domingo, narró lo que vivió durante el naufragio frente a las costas de Playa Juanillo, en Verón-Punta Cana. (PATRICIA HEREDIA)

Casilda, aún temblorosa, narró su travesía como “una pesadilla disfrazada de promesa”, donde el sueño migratorio se convirtió en un riesgo mortal. Aseguró que fue la sobrecarga de pasajeros lo que precipitó la tragedia. “El capitán intentó girar hacia la orilla, pero los motores fallaron y la gente comenzó a lanzarse al agua”, relató.

El pánico fue total. Con combustible en la piel, náuseas por el agua salada y el miedo desgarrando su cuerpo, fue un joven con salvavidas quien la remolcó hasta una boya, desde donde nadó con las pocas fuerzas que le quedaban hasta alcanzar la orilla, donde fue ayudada por un lugareño.

Su impulso de sobrevivir vino del pensamiento de su hija menor. “Me dije: mi hija me necesita”, confesó entre lágrimas, mientras aún era atendida en el Hospital de Verón. Según explicó, no pagó por el viaje, solo prometió entregar el dinero una vez llegara a territorio estadounidense. Su madre y su esposo conocían su plan, al que se unió apenas una semana antes.

La ruta marítima entre República Dominicana y Puerto Rico tiene una longitud aproximada de 130 kilómetros. Según precisó la Armada, este grupo “intentaba viajar de manera ilegal hacia Puerto Rico, frente a las costas de Juanillo, provincia La Altagracia.”

Las yolas utilizadas para estos traslados son fabricadas generalmente de madera o fibra de vidrio. Sin embargo, las autoridades han advertido de forma reiterada que no cumplen con normas básicas de seguridad para la navegación. A pesar de los riesgos, este tipo de travesías continúan produciéndose, impulsadas por factores económicos y sociales.

Reportes de medios locales han señalado que el costo de estos viajes puede superar los 7.000 dólares, dependiendo del tipo de embarcación y de los intermediarios que coordinan el traslado. La migración irregular hacia Puerto Rico desde territorio dominicano ha mostrado un incremento sostenido durante la última década.

Las autoridades continúan desarrollando operativos de búsqueda y exhortan a la población a evitar estas rutas peligrosas, que ponen en riesgo la vida de quienes se embarcan en ellas.



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