Santo Domingo.- El sector María Auxiliadora permanece en un estado de consternación, silencio y sin respuestas claras tras la pérdida de Elania Galarza, de 35 años, y su madre, Beatriz Reyes, de 65. Ambas dejaron de vivir en un hecho ocurrido la noche del martes, en el que también estuvo involucrado un capitán del Ejército, quien posteriormente fue hallado sin signos vitales.
Las dos mujeres eran ampliamente conocidas en el barrio por su conducta tranquila, su dedicación a la familia y el respeto que inspiraban entre los residentes. “Nosotros tenemos un dolor bien grande, anoche ni siquiera dormimos, eran unos vecinos buenos. Esa niña se crió aquí en el barrio”, relató Juana Pérez, una de las vecinas del lugar, visiblemente afectada por lo ocurrido.
Según la información ofrecida por un familiar, el capitán Samuel Mora Alcántara, quien había sido pareja de Elania, llegó hasta la residencia, retiró a los dos hijos que compartía con ella y, minutos más tarde, regresó. Al entrar nuevamente a la vivienda, preguntó por Elania y, sin intercambiar palabra, le quitó la vida a ambas mujeres.
“Nunca tuvimos problemas con ellas, eran mujeres serviciales”, comentó Jacqueline González, otra vecina del sector. Además del dolor, en la comunidad hay un fuerte sentimiento de indignación. Los residentes exigen que el Estado tome con mayor seriedad las situaciones de violencia en contra de la mujer, especialmente cuando ya existen señales o denuncias previas por parte de quienes se sienten en riesgo.
“Deberían ponerle más atención a los militares que son tan brutos y animales, el gobierno debe ponerle asunto a esa gente, a esos militares viejos que están muy agresivos”, expresó Fernanda Castillo, residente del sector.
De acuerdo con cifras oficiales, durante lo que va del año 2025, 27 mujeres han dejado de vivir en República Dominicana en hechos en los que estuvieron involucradas sus parejas o exparejas.
Por este hecho, dos menores quedaron sin el cuidado de su madre. Hasta el momento, los cuerpos de Elania Galarza y Beatriz Reyes permanecen en el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF), donde se les realizan los procedimientos correspondientes.