#Salud: Estos son los alimentos que se vuelven tóxicos en verano (y seguro los tienes en casa)

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Con la llegada del verano y las altas temperaturas, los casos de
intoxicaciones alimentarias aumentan en casi todos
los países, porque el calor hace que bacterias, virus y parásitos
se multipliquen mucho más rápido en los alimentos y el agua. Este
problema de salud pública afecta a todas las edades, aunque los más
vulnerables suelen ser niños, embarazadas y personas mayores.

Cuando el termómetro sube, las bacterias se sienten como en
casa. A partir de los 8°C y hasta los 60°C los microorganismos
pueden crecer rápido, pero el calor del verano acelera todavía más
este proceso. Dejar alimentos poco refrigerados
incluso por un par de horas es suficiente para que el riesgo de
intoxicación aumente muchísimo. No se trata solo de molestias
leves; algunas bacterias provocan fiebre alta, diarrea intensa o
daños renales, especialmente si el alimento afectado es consumido
por personas sensibles.

Alimentos con mayor riesgo de intoxicación en verano

Durante los meses de calor, la vigilancia sobre algunos
productos debe ser mucho mayor. Existen alimentos especialmente
propensos a desarrollar bacterias peligrosas si no se manipulan
correctamente. Entre los más frágiles se encuentran pescados,
mariscos, carnes (sobre todo ave y vacuno), huevos, lácteos y
frutas cortadas.

Pescados y mariscos

Estos productos no perdonan los descuidos, debido a que a veces
parecen frescos, pero fuera de refrigeración las bacterias se
multiplican con rapidez. Algunos parásitos como el anisakis
o bacterias como Vibrio
pueden aparecer si no se respetan
las temperaturas recomendadas. Es clave comprar pescados y mariscos
de lugares confiables, mantenerlos bien fríos todo el tiempo y
consumirlos cuanto antes.

Carnes de ave y vacuno

En verano, cocinar el pollo, pavo o res hasta
que no queden zonas rosadas es indispensable. Las bacterias como la
Salmonella o Campylobacter están presentes muchas
veces en las carnes crudas. Recuerda que nunca hay que
descongelarlas a temperatura ambiente, ya que esto acelera la
proliferación de microorganismos. El calor de estos meses exige
prestar aún más atención a las carnes para cuidar a toda la
familia.

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Huevos y derivados

El huevo y los productos que lo contienen son clásicos
protagonistas de intoxicaciones en verano, sobre todo a causa de la
salmonella. Algunos postres, mayonesas caseras o tortillas
poco cocidas
suponen grandes riesgos si no permanecen
fríos o se elaboran con huevos sin pasteurizar. Mejor mantenerlos
siempre en la nevera y consumir preparados con huevo cuanto
antes.

Lácteos y frutas cortadas

Leche, yogur o quesos blandos, especialmente los no
pasteurizados, se alteran muy rápido con el calor. Las frutas
cortadas, por muy frescas que se vean, pueden contaminarse con
facilidad si se dejan fuera de la nevera. Los bacterias que pueden
desarrollarse en estos alimentos pueden ser muy dañinas, incluso
con pequeños descuidos.

Foto Freepik

Principales bacterias y patógenos del verano

El siglo XXI trae información accesible sobre higiene, pero aun
así las intoxicaciones siguen lideradas por algunos microorganismos
muy comunes. Salmonella, E. coli, Campylobacter y
Listeria
encuentran en el calor veraniego su mejor aliado.
Estos patógenos causan síntomas como vómito, diarrea, fiebre y
dolor abdominal. En los casos graves, pueden provocar
deshidratación severa y problemas renales. Algunos, como la
Listeria, son especialmente peligrosos para embarazadas, ya que
puede afectar directamente al bebé. No existe garantía total de
seguridad, pero reducir riesgos está en nuestras manos.

Consejos clave para prevenir intoxicaciones alimentarias en
verano

  • Lavarse bien las manos antes y después de tocar alimentos
    disminuye el paso de bacterias. Cocinar bien carnes, mariscos y
    huevos, usando siempre un termómetro para comprobar que alcanzan
    los 70°C en el centro, reduce muchas amenazas invisibles.
  • Separar alimentos crudos de los cocidos no es una obsesión, es
    prevención inteligente. Nunca reutilices un cuchillo o tabla sin
    lavar después de cortar carne o pescado crudo. Los recipientes
    herméticos ayudan a evitar la contaminación cruzada en la
    nevera.
  • Transporte los alimentos en neveras portátiles si tienes planes
    al aire libre y consume lo antes posible aquellos que puedan ser
    peligrosos si rompen la cadena de frío. Recuerda, la regla de oro:
    en menos de dos horas, los alimentos deben regresar al
    refrigerador. Si hace más de 30°C, redúcelo a una hora. Si la
    comida huele raro, cambia de textura o sabor, mejor desechar que
    lamentar.
  • En el caso de frutas y verduras, lávalas bajo el grifo e
    incluso pélalas cuando sea posible. Las frutas cortadas deben
    guardarse en frío y nunca dejarse toda la tarde al sol. Respetar la
    fecha de caducidad y revisar siempre el estado de envases y
    alimentos te dará un extra de seguridad.

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