#Salud: Esta es la razón por la que la celulitis nunca se irá de tu vida

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La celulitis es parte natural de la piel y está presente en
hombres y mujeres sin discriminar edad, tipo de cuerpo o nivel de
actividad física. No solo la ven en el espejo quienes no hacen
ejercicio, también la notan atletas y modelos. Su
aparición no es signo de descuido o falta de esfuerzo. Al hablar de
celulitis, conviene dejar atrás prejuicios y comprender que la
mayoría la tiene. La piel se transforma, responde a muchos
factores, y algo tan complejo como la celulitis no desaparece por
una sola causa ni con una única solución.

La naturaleza
estructural de la celulitis

La
celulitis
se debe al modo en que se organiza la grasa justo
debajo de la piel. Los adipocitos se agrupan entre
tejidos de colágeno que, con el tiempo, pueden volverse más
rígidos. Esta textura desigual causa los conocidos hoyuelos o
irregularidades. La microcirculación deficiente en
zonas como glúteos o muslos favorece la acumulación de líquidos y
toxinas, haciendo que la piel se vea aún más irregular. Comer mejor
o hacer mucho ejercicio sí contribuye a la salud,
pero no altera la estructura básica del tejido responsable de la
celulitis. Muchas mujeres notan que, aunque bajen de peso, esos
relieves no desaparecen, porque la piel de naranja
tiene una base anatómica y vascular que va más allá de la cantidad
de grasa.

Influencia genética y
hormonal

El factor genético puede determinar si una
persona tendrá más o menos celulitis. Dentro de una misma familia,
es común que varias mujeres compartan el mismo patrón en
muslos y glúteos, y la razón está en sus genes.
Las hormonas, en especial los estrógenos, también
influyen mucho. Durante la pubertad, el embarazo o cambios
hormonales, la celulitis suele hacerse más notoria. En resumen,
quienes heredan estos factores pueden ver la celulitis aun llevando
un estilo de vida saludable y manteniendo una rutina de ejercicios
regular.

Dificultades para
eliminar la celulitis

Las creencias populares dicen que basta con dieta y cardio, pero
eso no siempre es efectivo para borrar la celulitis de forma total.
Aunque el ejercicio ayuda a tonificar los músculos
y mejora la circulación, la estructura del colágeno y las
células grasas sigue ahí.
La rigidez de las fibras de
colágeno y la profundidad del tejido subcutáneo limitan el alcance
de cremas o tratamientos estéticos. Muchas fórmulas mejoran
temporalmente la textura de la piel, pero ninguna llega a la raíz
del problema. Así, la expectativa de que la celulitis pueda
desaparecer del todo no se basa en cómo funciona el cuerpo
humano.

Foto Freepik

Factores
del estilo de vida que perpetúan la celulitis

El día a día está lleno de detalles que, al juntarse, favorecen
la persistencia de la celulitis. Una alimentación alta en
ultraprocesados y baja en fibra dificulta la eliminación de
toxinas, lo que afecta la salud de la piel. La hidratación
insuficiente
puede hacer que la piel pierda elasticidad y
resalte los relieves. Pasar horas sentado reduce el flujo sanguíneo
hacia los muslos y glúteos, empeorando la acumulación de líquidos.
El consumo de alcohol y tabaco impacta
negativamente en la circulación y en la calidad del colágeno,
empeorando la apariencia de los hoyuelos. La ropa ajustada como
pantalones skinny presiona la piel, dificulta la
circulación y favorece la retención de líquidos
, sobre
todo si se usa muchas horas al día. Además, no dar atención regular
a la piel o saltarse los masajes y cuidados básicos afecta cómo
luce y se siente la superficie cutánea. Todos estos factores se
suman a la genética y la estructura de la piel para hacer de la
celulitis una compañera tenaz.

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La
importancia de la piel sana y la circulación

Cuidar la hidratación es crucial para mantener
la piel flexible y menos propensa a marcar irregularidades.
Masajear la piel con movimientos circulares,
cepillos de cerdas naturales o técnicas como el dry brushing ayuda
a mover los líquidos retenidos y puede mejorar la apariencia a
corto plazo. Tomar duchas frías estimula la
circulación y reduce la inflamación local, lo que aporta un ligero
beneficio en el tono y firmeza de la piel. Estas acciones apoyan el
bienestar y la estética, pero no eliminan la celulitis de raíz. Lo
más importante es saber que, aunque estos hábitos ayudan, no hay
receta mágica ni resultados permanentes.

El
papel de los tratamientos y los avances tecnológicos

El mercado está lleno de cremas reafirmantes,
dispositivos de masaje, terapia láser y procedimientos médicos que
prometen combatir la celulitis. Ingredientes como la cafeína, el
retinol o la vitamina C se encuentran en muchos productos y
pueden mejorar temporalmente la textura.
Los tratamientos
más avanzados, como la radiofrecuencia, la mesoterapia o las ondas
de choque, ofrecen pequeñas mejoras, pero ningún método logra una
eliminación total. La ciencia sigue desarrollando nuevas
tecnologías, pero la estructura profunda de la
piel
y los tejidos conectivos ponen límites claros para lo
que se puede lograr. Los resultados suelen ser temporales y
necesitan mantenimiento constante para que no se pierdan.

La realidad y la
aceptación

Aceptar que la celulitis es parte del cuerpo humano cambia la
forma en que se percibe la propia piel. La
celulitis
no es un defecto, ni tampoco una sentencia permanente
de insatisfacción. Adaptar la rutina con una dieta variada,
hidratación, ejercicio, y ciertos cuidados
específicos
puede potenciar la salud y el bienestar, pero la expectativa debe
ser realista. La belleza va más allá de los relieves y la textura
de la piel. Aprender a convivir con las características
naturales del cuerpo
lleva a una relación más sana con la
imagen personal. La celulitis seguirá ahí porque así está diseñado
el cuerpo. Y eso, en vez de ser motivo de angustia, puede
convertirse en símbolo de autenticidad y confianza. La piel cuenta
historias y la celulitis, simplemente, es una de ellas.

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