En San Pedro de Macorís, una situación registrada en la vía pública ha generado amplias reacciones entre los ciudadanos y conductores locales. La causa del descontento fue la acción de una agente de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett), quien impidió el paso a una ambulancia que se desplazaba con sirena y luces activadas mientras se dirigía a atender una urgencia.
El hecho ocurrió en una intersección con alto volumen de vehículos, lo que incrementó la atención sobre lo sucedido. La agente decidió detener el flujo para proceder a sancionar a un conductor en ese momento, sin dar prioridad a la ambulancia que requería continuar su trayecto con rapidez. Según relataron varias personas que estuvieron presentes, la decisión fue vista como una falta de criterio en una situación que requería actuación inmediata.
Testigos del hecho afirmaron que fue evidente la falta de sensibilidad ante la urgencia del vehículo asistencial, lo que despertó comentarios y críticas por parte de quienes transitaban por la zona. De acuerdo con observaciones directas, la ambulancia se vio forzada a esperar hasta que finalizara el procedimiento de la agente de tránsito.
Tras la difusión del caso, las redes sociales se llenaron de mensajes de ciudadanos que expresan su inconformidad con la conducta de la representante de Digesett. Muchas de las opiniones solicitan que se tomen medidas formales respecto a lo sucedido y que se evalúe el entrenamiento del personal encargado del control vial. La población pide que se incluya mayor formación sobre cómo actuar ante situaciones donde hay una emergencia que requiere atención prioritaria.
En sus comentarios, los usuarios también resaltan la importancia de que quienes forman parte de instituciones como Digesett comprendan el rol fundamental de los vehículos de asistencia médica y sepan actuar con rapidez en estos escenarios. Las críticas no se enfocan únicamente en la agente involucrada, sino que también hacen referencia a la necesidad de revisar los protocolos actuales para prevenir que hechos similares se repitan.
Este incidente ha encendido una conversación sobre el equilibrio entre el cumplimiento de las normas de tránsito y la atención a situaciones urgentes. Mientras se espera una respuesta oficial por parte de la entidad correspondiente, la ciudadanía insiste en que debe haber consecuencias y mejoras claras en la preparación de los agentes que tienen contacto directo con el público en las calles.