Este sábado se realizó una ceremonia conmemorativa en el cementerio Puerta del Cielo, en Santo Domingo, para depositar las cenizas del músico y compositor Luis Díaz, reconocido en el ámbito artístico como “El Terror”.
Esta ceremonia se llevó a cabo luego de que sus restos permanecieran durante casi 16 años en el cementerio Cristo Redentor. En esta ocasión, fue su hija, Mari Díaz, quien se encargó de llevar sus cenizas al nuevo lugar de descanso. Ella encabezó el acto, marcado por el respeto y el homenaje a la trayectoria musical de su padre.
Luis Díaz fue una figura importante en el panorama artístico dominicano. Conocido por su estilo y sus composiciones, dejó una huella significativa en la música popular del país. Tras casi 16 años desde que dejó de vivir, sus restos fueron trasladados al cementerio Puerta del Cielo como parte de un gesto simbólico y familiar que busca honrar su legado.

Durante la ceremonia, su hija expresó palabras de gratitud por poder llevarlo finalmente a ese lugar. En su intervención, compartió un deseo muy especial: “Me gustaría que lo recuerden con alegría y que se cree en memoria a él una escuela de música donde se dé a conocer su legado artístico y cultural”.
Estas palabras reflejan la intención de preservar y transmitir el impacto que tuvo Luis Díaz a nuevas generaciones de músicos, a través de un proyecto que combine educación artística y memoria cultural. La propuesta de una escuela en su nombre busca fortalecer el reconocimiento a su obra, no solo como compositor e intérprete, sino también como figura influyente en el desarrollo de la música dominicana.

Durante la ceremonia también estuvieron presentes varios músicos que formaron parte de su círculo familiar. La presencia de estos artistas añade un valor simbólico al acto, ya que muchos de ellos compartieron con Díaz momentos importantes dentro de su carrera musical. La unión de familiares y músicos destaca el valor comunitario del evento y reafirma el compromiso de preservar su historia dentro del ámbito artístico.
El traslado de las cenizas de Luis Díaz representa un momento de homenaje para una figura que marcó generaciones con su talento. Este gesto de su familia se convierte en un símbolo de continuidad y memoria viva para quienes admiraron su obra.


