#Salud: 5 errores que debes evitar para tener unas uñas bonitas

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Cuidar las uñas no se limita a pintarlas de colores de moda o
hacerles diseños llamativos. Muchas veces, pequeños descuidos
diarios pueden arruinar su apariencia y debilitar su estructura.
Con cambios simples y atención a los detalles, es posible conseguir
unas uñas más fuertes, saludables y atractivas. Descubrir los
errores frecuentes y evitar ciertos hábitos marca la diferencia en
la belleza y salud de tus manos.

Hábitos
y productos que deterioran el aspecto de las uñas

Existen acciones cotidianas que dañan la salud ungueal más de lo
que parece. El uso constante de esmaltes de mala calidad o
productos con componentes tóxicos suele debilitar la superficie de
la uña, volviéndola frágil, quebradiza y propensa a manchas. Esto
se agrava si los removedores que se utilizan contienen exceso de
acetona, ya que esta sustancia reseca la uña y la
cutícula muy rápido.

La exposición frecuente a detergentes, limpiadores y
otros productos de limpieza
sin protección causa efectos
visibles en poco tiempo. Los componentes químicos penetran en la
capa superficial, deshidratando y rompiendo la barrera natural de
protección. Por eso, es indispensable elegir productos menos
agresivos y usar guantes al realizar tareas
domésticas, así se preserva tanto la estructura como el color
natural de la uña.

Impacto
de los químicos y la hidratación deficiente

Los químicos de uso común pueden ser tan dañinos como
invisibles. Incluso pequeñas dosis diarias tienen el potencial de
convertir unas uñas
sanas y resistentes en unas láminas débiles, que se astillan por
cualquier golpe. La hidratación insuficiente
empeora estas consecuencias, ya que el agua y los aceites naturales
se pierden.

Un error habitual es descuidar el uso de emolientes o
aceites nutritivos
. Productos como aceite de ricino o de
jojoba ayudan a mantener la elasticidad, evitan grietas y mejoran
el grosor de la superficie ungueal. Adoptar rutinas de hidratación
diaria crea una barrera protectora que previene daños futuros.

Daños
por herramientas inadecuadas o técnicas agresivas

El mal uso de limas, cortaúñas o palillos metálicos está detrás
de muchos casos de microlesiones y largas temporadas de
recuperación. Limar en ambas direcciones, usar objetos de metal
poco pulidos o practicar una manicura profesional
sin preparación adecuada puede provocar
microtrauma en el lecho ungueal.

Estas pequeñas lesiones abren la puerta a infecciones
bacterianas o fúngicas, afectando tanto la apariencia como la salud
a largo plazo. El mejor consejo consiste en apostar siempre
por el cuidado suave
, limando en una sola dirección y
desinfectando todas las herramientas antes de utilizarlas.

Foto Freepik

Mala
alimentación y descuido en la higiene de las uñas

La nutrición diaria tiene un efecto directo sobre la calidad de
las uñas. Una dieta pobre en el aporte de proteínas, hierro,
biotina, zinc y otros micronutrientes esenciales
produce uñas sin brillo, con surcos, manchas y poca resistencia a
la rotura. Esto ocurre porque la uña crece a partir de la matriz
ungueal, cuyo desarrollo depende de una nutrición completa.

Por otro lado, una higiene deficiente da lugar
a la acumulación de bacterias y hongos, sobre todo en las zonas
laterales y bajo el borde libre, donde los residuos tienden a
quedarse. Mantener las uñas cortas y limpias, además de cambiar de
forma regular cualquier utensilio de manicura, previene afecciones
comunes.

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Déficit
de vitaminas, minerales y consecuencias en las uñas

La falta de ciertos nutrientes se refleja rápido en la salud
ungueal. Uñas blandas, opacas, con crecimiento limitado y tendencia
a astillarse suelen indicar que el organismo recibe poco
hierro, vitamina E, biotina o zinc.

Incluir en la alimentación diaria alimentos como huevos,
espinaca, legumbres, frutos secos y pescado ayuda a resolver este
problema de raíz. En muchos casos, el uso de suplementos puede ser
un complemento eficaz, siempre bajo recomendación médica, para
revertir los signos visibles de fragilidad y devolver el brillo
natural.

Malos
hábitos de manipulación y cuidado diario

Morderse las uñas, cortarlas de forma errónea o usar utensilios
ajenos son comportamientos que tienen consecuencias negativas a
corto y largo plazo. La onicomicosis y las infecciones por
virus o bacterias aparecen cuando se comparten herramientas,
mientras que el mal corte puede facilitar que la uña se
encarne o se quiebre en capas.

Es importante mantener una higiene constante, no solo lavando
las manos sino también desinfectando los utensilios antes y después
de su uso. Evitar usar las uñas como herramientas para abrir
objetos o raspar superficies también reduce el riesgo de lesiones y
mantiene su forma.

Un truco sencillo para dejar de morderse las uñas es aplicar un
esmalte amargo temporalmente. Además, acostumbrar a llevar siempre
una lima a mano permite corregir rápidamente cualquier
imperfección
, evitando que la situación se agrave y que se
adopten gestos perjudiciales de forma repetida.

Adoptar buenos hábitos y evitar estos errores transforma por
completo la salud y el aspecto de las
uñas
. Un poco de atención diaria y la elección de productos
adecuados ofrecen resultados visibles, devolviendo a las manos todo
su atractivo y cuidado.

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