#Salud: Un niño de 8 años muere de peritonitis tras cinco visitas a urgencias

0
294


El caso de Aitor, un niño de 8 años fallecido por
peritonitis después de acudir cinco veces a
urgencias en cuatro días, genera conmoción y plantea preguntas
profundas sobre la atención pediátrica. La historia expone la
gravedad de descuidar síntomas persistentes en la infancia y la
importancia de actuar con rapidez ante cuadros abdominales
agudos.

Todo comenzó a finales de  mayo, cuando su abuela notó que
el pequeño sufría fuertes dolores abdominales y vómitos
repetidos
. Pese a la alarma que generan estos síntomas en
cualquier niño, los médicos determinaron en la primera visita que
se trataba de un proceso viral sin mayores
complicaciones.

El malestar del niño no cesaba. La familia regresó varias veces
a distintos servicios de urgencias y a su centro de salud, pero las
respuestas fueron siempre superficiales y no incluyeron pruebas
relevantes. En ningún momento se solicitó una
ecografía
ni un análisis de sangre que permitieran
descartar una condición grave. Tras días de sufrimiento y sin
mejoras, Aitor falleció. La autopsia luego reveló
una peritonitis avanzada, consecuencia de una apendicitis no
diagnosticada a tiempo.

Los informes periciales y las sentencias judiciales señalan
fallos repetidos en la atención de Aitor. Ningún profesional, ni en
el hospital de Elda ni en el centro de salud de Petrer, consideró
la necesidad de hacer un estudio profundo, a pesar de la
persistencia de los síntomas. No hubo exploración
física
detallada ni se realizaron constantes vitales,
elementos básicos ante el dolor abdominal constante y vómitos en la
infancia.

Además, la falta de derivación hospitalaria terminó siendo
crítica. En vez de indagar con pruebas complementarias, los médicos
prescribieron tratamiento sintomático y enviaron al niño a
casa
sin más, confiando en que se trataría de una afección
transitoria.

Freepik

No documentar signos de alarma ni buscar evidencia objetiva con
pruebas agrava cualquier diagnóstico. En este caso, la evolución
natural de la infección fue imparable y silenciosa, transformando
una patología tratable en una tragedia. La falta
de exámenes complementarios hizo que se ignorase una complicación
que, de haberse detectado a tiempo, probablemente habría tenido
solución. El resultado evidenció una cadena de errores y omisiones
que terminaron con la vida de un niño.

Consecuencias legales y repercusión social del caso

La muerte de Aitor tuvo eco nacional y dos
pediatras fueron condenadas por homicidio imprudente. Las
sentencias incluyen penas de prisión y la inhabilitación
profesional por varios años. Las resoluciones judiciales destacan
la omisión de protocolos y la dejadez en la evaluación de un menor
ante síntomas claros de alarma.

Te podría interesar:

Por otro lado, la familia de Aitor recibió
indemnizaciones considerables
, mientras que la opinión
pública reclama una reforma en los procesos de atención para evitar
que algo similar se repita. Padres y tutores ahora exigen más
atención, mejores protocolos y una revisión profunda en la atención
pediátrica de urgencias.

Lecciones aprendidas y retos en la atención pediátrica de
urgencias

El caso de Aitor puso en tela de juicio la formación y
la rutina en las urgencias pediátricas
. Se habla más que
nunca de la importancia de la supervisión médica y la actualización
continua del personal sanitario. Los hospitales han revisado sus
procesos internos y los protocolos para el manejo de dolor
abdominal infantil.

Hoy se reconoce que no solo importa la tecnología o los recursos
del sistema de salud, sino la actitud y el compromiso del
personal
ante cada síntoma persistente. La capacitación,
la escucha activa a las familias y el trabajo en equipo entre
niveles asistenciales son claves para evitar errores fatales. El
caso ha servido de llamada de atención y empuja a las instituciones
a un cambio real.

Esta historia duele, pero invita a todos a recordar que detrás
de cada consulta está la vida de un niño, frágil, vulnerable y
merecedora de la máxima atención. Sólo así se evitarán tragedias
como esta.

¿Le resultó útil este artículo?



Source link