Oriente próximo despertó en tensión. Y es que el Estado de Israel no da un paso atrás frente a sus enemigos, incluyendo Irán. Este viernes, la noticia de un bombardeo, concretamente, en el aeródromo militar en Tabriz ha sido el abrebocas para lo que se confirma una “operación prolongada”. Hossein Salami, el jefe de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC) es, según la BBC, el pez más gordo al que los israelíes han eliminado.
Nacido en 1960 en la ciudad de Golpayegan, Salami ingresó a la Guardia Revolucionaria poco después de su fundación en 1979. Su carrera militar se forjó en los años más duros de la guerra Irán-Irak (1980-1988), un conflicto en el que esta Guardia se consolidó como una fuerza autónoma dentro del Estado iraní.
El cargo de Salami en la IRGC
El iraní se convirtió rápidamente en el comandante jefe de la IRGC, un cargo designado directamente por el líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei. De ahí jugó un papel clave en la proyección del régimen iraní dentro y fuera de sus fronteras, bajo su mando, la Fuerza Quds —la rama encargada de operaciones en el extranjero— extendió su influencia en países como Siria, Líbano, Irak y Yemen, apoyando a grupos armados afines a Teherán.
Salami defendía la política de “resistencia activa” contra Estados Unidos e Israel, países que consideraba enemigos fundamentales del islam político que representa la República Islámica. Su muerte deja un vacío muy importante en la jerarquía militar del país persa que pierden un eslabón de lealtad ideológica al régimen teocrático.
Polémicas de Hossein Salami
Salami no era una pera en dulce, según reportan desde la BBC, durante su liderazgo respaldó duras políticas represivas contra manifestaciones y movimientos opositores. De hecho, fue acusado por organizaciones internacionales de derechos humanos de supervisar acciones violentas contra protestas populares, como las que estallaron en 2019 y en años posteriores por causas económicas o sociales.
Otro de los aspectos más polémicos de su legado fue su papel en el programa de misiles balísticos y, según agencias, en el programa nuclear iraní. Aunque Irán niega estar desarrollando armamento nuclear con fines militares, tanto Estados Unidos como Israel han denunciado reiteradamente que la Guardia Revolucionaria desempeña un rol directo en estas actividades.