Antes de la pandemia, Gloria Ruiz Arteaga era asistente en la biblioteca de un colegio comunitario de Los Ángeles, pero el temor al covid y el diagnóstico inesperado de una enfermedad crónica, la llevaron a dar un dulce giro a su carrera, y hacer de las conchas mexicanas un arte.
“Ya desde 2015 hacía postres, cup cakes, bombones. En 2020, dije voy a empezar de nuevo, a ver cómo me va haciendo panes de dulce especialmente conchas”.
Sus padres fueron sus principales consejeros en el naciente negocio.
“Me daban sus comentarios para que las conchas me quedaran más suavecitas, y con su ayuda, fui mejorando mi receta hasta que me quedaron como yo quería”.
Cuando se corrió la voz entre amigos y familiares, las conchas se le comenzaron a agotar rápidamente.
Gloria nació en Los Ángeles. Es hija de padres migrantes mexicanos. Su madre es de Michoacán y su padre de Sinaloa, México.
“Yo crecí en Inglewood, y en mi familia siempre iban a comprar pan dulce en una panadería cercana. A mi desde niña, me gustaron las conchas; y en la pandemia fue cuando dije, voy a intentar a ver como me salen”.
La señal que esperaba se la dieron sus amigos. “Llevaba conchas al Camino College donde trabajaba, y volaban”.
Los pedidos de conchas no tardaron en llegar.
“Me decían que si estaba disponible para hacer conchas para una quinceañera”.
Y cuenta que le puso precio a sus conchas, dependiendo del tiempo invertido y de los diseños.
Precisamente lo que las hace diferentes además de su sabrosura son sus decoraciones.
“En un principio, mis conchas eran muy simples. Después aprendí a decorarlas, mirando videos de YouTube de decoración de galletas. A mis conchas, las decoro con figuritas de acuerdo al motivo de la celebración. Ahora en la primavera, les hago diseños de flores y conejitos”.
Para el 14 de febrero – dice – que hizo muchas conchas en forma de rosas y corazones.
Gloria confiesa que le gusta mucho hacer pan.
“Me da mucha felicidad y me encanta mirar a la gente cuando reciben los panes, los ojos se les iluminan, se les abren. Me dicen que son más bonitos de lo que se imaginaban, y hasta que se van a guardar unas conchas, porque si las ponen todas en la mesa de la fiesta, desaparecen en un ratito”.
Dice que le puso Yoyie’s Sweets a su pequeño negocio casero porque su familia le dio el apodo de Yoyie. En algunas regiones de México, a quienes se llaman Gloria, les dicen de cariño, Yoya o Yoyie.
“Creo que a la gente le gustan mis conchas porque tienen un poco de todo, sabor, decoración y el trato que les doy a los clientes cuenta mucho. Es una mezcla”.
Usualmente – dice – que le hacen pedidos de conchas para cumpleaños, bodas y quinceañeras; pero ¡oh sorpresa! también se ha colado al mundo del cine con sus conchas decoradas con el tema de películas.
“He hecho conchas para estrenos de películas de Paramount Pictures”.
Dice que se hizo de ese cliente cuando una muchacha que se encarga de estrenos de películas la contactó para preguntarle si estaba disponible para hacer más de 150 conchas.
“Era un desafío, pero le dije que sí”.
En el 2020, tras enfermarse de covid, Gloria, “Yoyie para su familia” fue diagnosticada con artritis en la espina dorsal, por lo que no puede trabajar parada. Así que la preparación de las conchas, le vino muy bien, bajo su nueva condición de salud, ya que su trabajo de amasar y decorar las conchas, lo puede hacer sentada.
“Estoy cómoda haciendo mi pan”.
Dice que le da mucha alegría que la escojan para hacer conchas en toda clase de celebraciones.
“He hecho conchas hasta para momentos que no son muy felices como para funerales, y hasta para el reencuentro de primas que no hablaron por mucho tiempo”,
En la actualidad, la única fuente de ingresos para esta mexicoamericana de 34 años, son sus deliciosas y llamativas conchas.
Entre sus sueños figura, hacer videos para enseñar a los muchachos a hacer y decorar conchas. “Quiero enseñarles mi estilo”, dice.
Pueden encontrar y pedir órdenes de conchas por Instagram a @Yoyiesweets, o por email a: yoyiesweets@gmail.com