La quiropráctica es una práctica
terapéutica que promete aliviar una
amplia gama de problemas de salud mediante el ajuste y la
manipulación de la columna vertebral. Según sus
defensores, al corregir los supuestos “desajustes” o
“subluxaciones” de las vértebras, se puede restaurar el
flujo natural de la “inteligencia innata” a través
del
sistema nervioso, permitiendo que el cuerpo se cure a sí
mismo.
Sin embargo, a pesar de sus afirmaciones audaces,
numerosos estudios científicos rigurosos han
cuestionado la eficacia de la quiropráctica. De hecho, una
revisión sistemática exhaustiva de 16 estudios
sobre el uso de la quiropráctica para diversos problemas de salud
reveló que en 15 de ellos, los resultados no fueron mejores que los
obtenidos con placebos.
El origen
controvertido de la quiropráctica
La quiropráctica fue fundada en 1895 por un
canadiense llamado Daniel David Palmer, quien no
era médico, sino más bien un emprendedor
autodidacta con intereses en la apicultura, la venta
minorista y la enseñanza. Palmer se oponía a varios avances
científicos en el campo de la salud, como
las vacunas, y en su lugar se enfocó en terapias alternativas
como la “curación magnética”.
Según la leyenda, Palmer habría curado la
sordera de un conserje al ajustar su columna vertebral.
Sin embargo, no existen pruebas sólidas de que
este evento haya ocurrido realmente. Lo que sí es cierto es que
Palmer se basó en esta anécdota para desarrollar su teoría de las
“subluxaciones” y la “inteligencia innata”, las cuales serían la
base de la quiropráctica.
La eficacia
cuestionada de la quiropráctica
A pesar de las afirmaciones de Palmer, la
evidencia científica actual no respalda los
beneficios generales de la quiropráctica. Mientras que un
estudio encontró cierta eficacia en el tratamiento del
dolor de espalda, los tratamientos convencionales
aún mostraron un mejor desempeño. Además, el concepto de
“subluxación” utilizado por los quiroprácticos no
se corresponde con la definición médica real de este término.
Cabe destacar que, en la actualidad, la
quiropráctica se aplica principalmente en el contexto
ortopédico, alejándose de las ambiciosas promesas de
curación universal imaginadas por su fundador. Sin embargo, incluso
en este ámbito más limitado, la eficacia sigue siendo cuestionada
por la comunidad científica.
Las
raíces pseudocientíficas de la quiropráctica
La quiropráctica se basa en una serie de creencias y
conceptos que carecen de fundamento científico. La idea de
la “inteligencia innata” que fluye a través del
sistema nervioso, por ejemplo, es simplemente una fantasía
metafísica sin respaldo empírico.
Asimismo, el supuesto poder curativo de los
ajustes y manipulaciones de la
columna vertebral se ha visto refutado por múltiples estudios
rigurosos. Estos hallazgos ponen en tela de juicio los principios
fundamentales en los que se sustenta la práctica de la
quiropráctica.
Riesgos
potenciales de la quiropráctica
Además de la falta de eficacia comprobada, la quiropráctica
también conlleva ciertos riesgos para la salud.
Algunos pacientes han sufrido lesiones graves,
como derrames cerebrales, después de someterse a manipulaciones de
la columna vertebral. Estas complicaciones, si bien poco comunes,
son motivo de preocupación y deben ser tenidas en cuenta.
Alternativas
terapéuticas respaldadas por la ciencia
Los expertos recomiendan enfoques terapéuticos
basados en la evidencia científica, como la fisioterapia, el
ejercicio y el manejo del dolor. Estos métodos han demostrado ser
más efectivos y seguros para el tratamiento de problemas
musculoesqueléticos y dolores crónicos.