#Salud: prueba este truco en tu mano que casi nadie conoce

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La primavera es sinónimo de días largos y flores, pero para
millones también marca el comienzo de una lucha constante contra
los síntomas de la alergia al polen. Congestión
nasal, estornudos repetidos, ojos llorosos y picazón se vuelven
rutina. Más allá de los antihistamínicos y medidas clásicas, existe
un truco casi desconocido basado en la presión de la mano que
puede ayudar a encontrar alivio. Además de
explicar este método poco habitual, aquí se repasan hábitos y
recomendaciones profesionales para que la primavera no sea una
pesadilla.

¿Por qué
las alergias aumentan en primavera?

La
alergia primaveral
es una reacción exagerada del sistema
inmunitario frente al polen. Los síntomas típicos
incluyen congestión, estornudos, picazón en ojos y garganta,
lagrimeo y, en algunos casos, brotes de asma o dificultad para
respirar. El responsable principal es el polen: un
polvo minúsculo y ligero que las plantas liberan al aire en grandes
cantidades entre marzo y junio.

El momento en que se libera el polen depende del clima, la
especie vegetal y el lugar donde vive cada persona. Los días
soleados, secos y ventosos empeoran la situación, ya que
facilitan la dispersión de millones de partículas
irritantes en el aire.
A esto se suma el incremento de la
polución, que hace que el polen sea aún más agresivo para las vías
respiratorias.

Cada persona experimenta los síntomas de manera diferente.
Algunos apenas notan una leve molestia, mientras que otros ven
limitada su calidad de vida. La prevención se
vuelve imprescindible para evitar complicaciones, sobre todo
sabiendo que los niveles de polen pueden duplicarse en los próximos
años debido al cambio climático y a la prolongación de las
temporadas de polinización.

El
truco en la mano: cómo aplicarlo y su fundamento
científico

La presión en ciertos puntos de la mano es una técnica inspirada
en la acupresión, un enfoque tradicional de la medicina china que
se centra en presionar zonas concretas para contribuir al
equilibrio del cuerpo. Dentro del contexto de la alergia, se
recomienda focalizarse en la zona del pliegue entre el
pulgar y el índice
, conocida como “Hegu” o
IG4, famosa por su eficacia en aliviar molestias
de la cabeza, congestión nasal y presión facial.

Para practicar este truco, la persona debe buscar el músculo
abultado entre el pulgar y el índice y presionar con firmeza
utilizando el pulgar de la otra mano. La presión debe
mantenerse durante uno o dos minutos,
preferiblemente con
respiraciones profundas y relajadas. Se aconseja repetir esta
acción varias veces al día, sobre todo en momentos de mayor
incomodidad, como tras salir a la calle o ante los primeros
síntomas.

El fundamento de este método radica en la activación de
terminaciones nerviosas y en la mejora del flujo sanguíneo en la
zona, lo que puede llevar a una sensación de relajación y a
la disminución de la congestión
nasal. Algunos estudios y
expertos en acupresión sugieren que, aunque la evidencia científica
es limitada para
alergias
, muchas personas reportan alivio subjetivo, sobre todo
en síntomas leves o iniciales.

Foto Freepik

Beneficios
y limitaciones del truco de presión en la mano

El principal beneficio de este truco es que
puede ofrecer alivio rápido y sin efectos secundarios, sirviendo
como complemento a otros tratamientos médicos o preventivos. Es
fácil de practicar, no requiere herramientas, y puede
hacerse en cualquier lugar.
Varios terapeutas recomiendan
incluirlo en la rutina diaria, especialmente para quienes buscan
alternativas naturales o menor uso de fármacos.

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Sin embargo, hay que recordar que esta técnica no
reemplaza la atención médica ni los tratamientos
farmacológicos
avalados por especialistas. En casos de
síntomas intensos o persistentes, se debe buscar siempre
intervención profesional. La acupresión puede ser útil como apoyo,
pero no debería ser la única medida adoptada.


Hábitos y consejos adicionales para prevenir los síntomas
alérgicos en primavera

Las estrategias más eficaces para reducir los síntomas pasan por
la prevención y el control ambiental. Es esencial
mantener cerradas puertas y ventanas durante las horas de máximo
recuento de polen, especialmente por la mañana. Usar filtros
antipolen en sistemas de ventilación y aire acondicionado ayuda a
mejorar la calidad del aire en interiores. Darse una ducha y
cambiar de ropa al regresar de la calle reduce la cantidad de
partículas que quedan en la piel y el cabello.

La consulta médica sigue siendo clave. Los especialistas
recomiendan iniciar los antihistamínicos antes del
pico de la temporada y sólo bajo prescripción. Para quienes no
obtienen alivio con los tratamientos habituales o presentan
complicaciones, la inmunoterapia se postula como
una opción eficaz y segura para desensibilizar al organismo frente
a los alérgenos más persistentes.

Llevar gafas de sol protege los ojos, y el uso de mascarillas
FFP2 en exteriores limita la inhalación de polen. Mantener una
alimentación rica en frutas y verduras, en particular las que
contienen vitamina C, ayudan a reducir la
respuesta alérgica. Por último, informarse a diario sobre los
niveles de polen mediante apps o fuentes oficiales facilita
planificar las actividades y minimizar el riesgo de exposición
innecesaria.

Incorporando medidas como la presión en la mano junto con
hábitos saludables y el seguimiento de recomendaciones clínicas, la
primavera puede disfrutarse con menos molestias. Muchos pequeños
gestos suman un gran cambio en la forma en que se enfrenta este
periodo del año.

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