Zulinka vuelve a los escenarios e interpreta icónica canción de Rubby

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Santo Domingo.- La noche del sábado, el escenario del Maunaloa Night Club & Casino se llenó de emoción y recuerdos con la presentación de Zulinka Pérez, hija del reconocido intérprete Rubby Pérez.

Acompañada por su esposo Miguel Báez y la orquesta que durante años acompañó a su padre, Zulinka ofreció su debut musical ante un público que llenó el recinto, mostrando su respaldo y cariño en una velada cargada de significado.

La presentación tuvo lugar en un contexto marcado por la emotividad, ya que Zulinka volvió a la música luego de un evento lamentable en el que perdió a su padre, quien dejó de vivir tras el colapso del centro nocturno Jet Set.

Su retorno al escenario no solo representó una actuación artística, sino también una expresión de fortaleza personal.

 

“Ese mismo dolor me ayuda a seguir adelante y ese mismo dolor me da fuerzas para seguir mostrando al mundo quién era mi papá”, expresó Zulinka antes de la presentación. Sus palabras, compartidas en redes sociales, tocaron el corazón de muchos de sus seguidores.

 

Durante el homenaje, se revivió el legado de Rubby Pérez, una figura esencial del merengue que dejó una marca imborrable en la historia musical del país. Desde el inicio del espectáculo, el ambiente en el Maunaloa se transformó.

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La energía y la memoria del artista parecieron adueñarse del lugar mientras su hija interpretaba varios de los temas que convirtieron a su padre en un ícono del género.

El público respondió con entusiasmo, aplaudiendo cada interpretación y recordando con nostalgia los momentos compartidos con Rubby Pérez. La expresión “Qué lindooo”, frase distintiva del cantante, volvió a escucharse entre la audiencia como una muestra de cariño hacia su memoria.

A pesar del vacío que ha dejado su partida, el concierto fue una celebración de vida y de arte. El legado de quien fue conocido como “La Voz Más Alta del Merengue” se sintió vivo en cada nota, en cada aplauso y en cada expresión del público que colmó el lugar.

El evento se desarrolló en un ambiente de respeto y admiración, donde cada canción interpretada por Zulinka Pérez fue recibida con emoción.

Las personas presentes corearon las melodías con el mismo entusiasmo de años pasados, rindiendo homenaje a uno de los grandes del merengue en un espacio lleno de recuerdos y afecto.

 

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