#Salud: 4 tratamientos para tratar la apnea del sueño y el bruxismo

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El insomnio y el bruxismo son dolencias cada
vez más comunes que afectan la calidad de vida de millones de
personas en todo el mundo. Tradicionalmente, los dispositivos de
presión positiva continua (CPAP) se han
considerado el tratamiento de referencia para el síndrome de apnea
obstructiva del sueño (SAOS). Sin embargo, muchos
pacientes se resisten a usar estos incómodos aparatos debido a la
ansiedad que
les genera y terminan abandonando el tratamiento. Afortunadamente,
la investigación ha dado a luz nuevas alternativas prometedoras que
ofrecen alivio sin los efectos secundarios molestos.

Reeducación lingual

La reeducación lingual, también conocida como gimnasia
de la lengua o reeducación oromio-facial
, es un campo
emergente en el tratamiento del SAOS y el bruxismo. Esta terapia se
basa en la premisa de que la posición y el tono de la lengua juegan
un papel crucial en la obstrucción de las vías respiratorias
durante el sueño.

Mediante una serie de ejercicios y técnicas específicas, los
pacientes aprenden a controlar y
fortalecer los músculos
de la lengua y las estructuras
adyacentes. Esto ayuda a mantener las vías aéreas abiertas y reduce
la tendencia a apretar o rechinar los
dientes
durante la noche. Estudios recientes han demostrado que
la reeducación lingual puede ser tan efectiva como
el uso de dispositivos CPAP, con la ventaja adicional de ser más
cómoda y fácil de integrar en la rutina diaria.

Beneficios de la reeducación lingual

  • Mejora la respiración y reduce los episodios de
    apnea durante el sueño
  • Disminuye la intensidad y frecuencia del bruxismo
    nocturno
  • No requiere el uso de dispositivos incómodos o
    mascarillas
  • Fácil de incorporar a la rutina diaria
  • Resultados duraderos a largo plazo

Cómo funciona la reeducación lingual

  1. Evaluación inicial: un profesional de la salud,
    como un fonoaudiólogo o un odontólogo, realiza una evaluación
    exhaustiva de la posición y el tono de la lengua,
    así como de la función de las estructuras orofaciales.
  2. Diseño del plan de tratamiento: basándose en los
    hallazgos, se desarrolla un programa personalizado de ejercicios y
    técnicas de reeducación lingual.
  3. Sesiones de terapia: el paciente asiste a sesiones
    regulares de reeducación, donde aprende a controlar y fortalecer
    los músculos de la lengua y la región orofacial.
  4. Práctica en el hogar: se le proporcionan al
    paciente ejercicios y actividades para que los realice en casa, lo
    que refuerza los avances logrados durante las sesiones.
  5. Seguimiento y ajustes: a lo largo del tratamiento,
    se monitorea el progreso del paciente y se realizan los ajustes
    necesarios al plan de reeducación lingual.

Terapia miofuncional

La terapia miofuncional es otro enfoque innovador que se está
abriendo camino en el tratamiento del insomnio y el bruxismo. Esta
modalidad se centra en la reeducación y el fortalecimiento de los
músculos que participan en las funciones orofaciales, como la
masticación, la deglución y la respiración.

Foto Freepik

A través de una combinación de ejercicios, técnicas de
relajación
y estrategias de modificación del
comportamiento, los terapeutas miofuncionales ayudan a los
pacientes a desarrollar patrones de movimiento más saludables y
eficientes. Esto no solo mejora la función de las estructuras
orofaciales, sino que también puede aliviar los síntomas del SAOS y
el bruxismo.

Beneficios de la terapia miofuncional

  • Mejora la función y el tono de los músculos
    orofaciales
  • Optimiza la respiración nasal y reduce la
    obstrucción de las vías aéreas
  • Disminuye la intensidad y frecuencia del
    bruxismo
  • No requiere el uso de dispositivos o aparatos
  • Resultados duraderos a largo plazo

Cómo funciona la terapia miofuncional

  1. Evaluación inicial: un terapeuta miofuncional
    realiza una evaluación exhaustiva de la función y el tono de los
    músculos orofaciales, así como de los patrones de respiración y
    deglución.
  2. Diseño del plan de tratamiento: basándose en los
    hallazgos, se desarrolla un programa personalizado de ejercicios,
    técnicas de relajación y estrategias de modificación del
    comportamiento.
  3. Sesiones de terapia: El paciente asiste a sesiones
    regulares de terapia miofuncional, donde aprende a controlar y
    fortalecer los músculos orofaciales.
  4. Práctica en el hogar: Se le proporcionan al
    paciente ejercicios y actividades para que los realice en casa, lo
    que refuerza los avances logrados durante las sesiones.
  5. Seguimiento y ajustes: A lo largo del tratamiento,
    se monitorea el progreso del paciente y se realizan los ajustes
    necesarios al plan de terapia miofuncional.

Terapia con dispositivos
orales

Los dispositivos orales, como las férulas oclusales y los
aparatos de avance mandibular, han sido utilizados durante décadas
para el tratamiento del SAOS y el bruxismo. Estos dispositivos
trabajan manteniendo la mandíbula en una posición más adelantada,
lo que ayuda a mantener las vías aéreas abiertas y prevenir el
rechinamiento de los dientes.

Te podría interesar:

Si bien los aparatos CPAP siguen siendo el tratamiento de
referencia para el SAOS, muchos pacientes los encuentran incómodos
y terminan abandonando el tratamiento. Los dispositivos orales se
presentan como una alternativa más cómoda y fácil de usar, lo que
puede mejorar la adherencia y la eficacia del tratamiento a largo
plazo.

Beneficios de los dispositivos orales

  • Más cómodos y fáciles de usar que los aparatos
    CPAP
  • Pueden mejorar la respiración y reducir los
    episodios de apnea
  • Disminuyen la intensidad y frecuencia del
    bruxismo
  • Fáciles de incorporar a la rutina diaria
  • Resultados duraderos a largo plazo

Cómo funcionan los dispositivos orales

  1. Evaluación inicial: Un odontólogo o un
    especialista en medicina del sueño realiza una evaluación
    exhaustiva de la estructura y función de la mandíbula, así como de
    la severidad del SAOS y el bruxismo.
  2. Diseño del dispositivo: Basándose en los
    hallazgos, se diseña un dispositivo oral personalizado que ayudará
    a mantener la mandíbula en una posición más adelantada.
  3. Ajuste y adaptación: el paciente recibe
    instrucciones sobre cómo usar y cuidar el dispositivo, y se
    realizan ajustes para garantizar un ajuste cómodo y eficaz.
  4. Seguimiento y monitoreo: a lo largo del
    tratamiento, se evalúa el progreso del paciente y se realizan los
    ajustes necesarios al dispositivo oral.


Cirugía maxilofacial: Cuando los tratamientos conservadores
no son suficientes

En algunos casos, cuando los tratamientos conservadores como la
reeducación lingual, la terapia miofuncional o los dispositivos
orales no son suficientes, puede ser necesario recurrir a la
cirugía maxilofacial. Estos procedimientos quirúrgicos se enfocan
en corregir anomalías estructurales de la mandíbula y las vías
aéreas que contribuyen al SAOS y el bruxismo.

La cirugía maxilofacial puede incluir procedimientos como la
osteotomía mandibular, la genioplastia o la
uvulopalatofaringoplastia. Estos tratamientos quirúrgicos se
consideran una opción de último recurso, pero pueden ser altamente
efectivos en casos graves o cuando otros enfoques han fallado.

Beneficios de la cirugía maxilofacial

  • Soluciona problemas estructurales subyacentes que
    contribuyen al SAOS y el bruxismo
  • Puede mejorar significativamente la respiración y
    reducir los episodios de apnea
  • Disminuye la intensidad y frecuencia del
    bruxismo
  • Resultados duraderos a largo plazo

Cómo funciona la cirugía maxilofacial

  1. Evaluación inicial: un equipo multidisciplinario
    de especialistas, que incluye cirujanos maxilofaciales, odontólogos
    y médicos del sueño, realiza una evaluación exhaustiva de la
    estructura y función de las vías aéreas y la mandíbula.
  2. Diagnóstico y planificación del tratamiento:
    basándose en los hallazgos, se determina el procedimiento
    quirúrgico más apropiado y se desarrolla un plan de tratamiento
    personalizado.
  3. Cirugía: el paciente se somete al procedimiento
    quirúrgico, que puede incluir la corrección de anomalías óseas, la
    remoción de tejido blando o la reposición de la mandíbula.
  4. Recuperación y seguimiento: después de la cirugía,
    el paciente se somete a un período de recuperación y
    rehabilitación, y se realiza un seguimiento continuo para
    monitorear los resultados a largo plazo.

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