“Fuimos más rápidos en todas las curvas” #F1 #FVDigital

En la Fórmula 1 no siempre es cuestión de puntos. A veces, lo que más se celebra es la confirmación de una esperanza. Así ha sido el Gran Premio de Emilia Romagna 2025 para Aston Martin: sin recompensa en forma de resultados, pero con una victoria silenciosa que podría marcar el inicio de un nuevo rumbo.

El equipo británico, que venía de su fin de semana muy difícil en Miami, aterrizó en Imola con siete mejoras aerodinámicas bajo el brazo, un paquete desarrollado en su flamante túnel de viento de última generación, activo desde enero en Silverstone. Y, por primera vez este año, el rendimiento se disparó.

Ambos coches se clasificaron para la Q3: Fernando Alonso fue 5º y Lance Stroll, 8º. “Estar en Q3 con los dos coches, y Fernando quinto, es una gran recompensa para todo el trabajo duro que ha hecho el equipo”, celebró Andy Cowell, jefe de equipo tras terminar el fin de semana. “El paquete ha funcionado en curvas de baja, media y alta velocidad. Eso no lo conseguíamos desde el año pasado. El túnel de viento ha funcionado, el simulador ha funcionado, la preparación ha sido buena… todo eso ha elevado el nivel”.

Además, el jefe de equipo valoró lo que les aporta ese nuevo túnel: “La calidad de los datos que tenemos sobre este paquete de mejoras es muchísimo mejor que antes. Este paquete se desarrolló en el túnel de viento anterior pero se midió y se refinó en el nuevo túnel de viento. Y lo que aprendimos en este fin de semana nos ayudará de aquí en adelante, en el desarrollo de nuevas piezas para este año y para el 2026″.

Las mejoras que cambian la narrativa

Aston Martin ha pasado de ser el farolillo rojo en Miami a codearse con el top 10 en Imola. Y aunque no lograron puntuar (Alonso terminó 11º y Stroll, 15º), el salto de rendimiento fue evidente. “Estábamos luchando por el noveno y décimo hasta que apareció el Virtual Safety Car”, lamentó Cowell. “Sin esa mala sincronización, creo que habríamos sumado con ambos coches”. “Las mejoras nos ha hecho más rápidos en todas las curvas. Hay que seguir trabajando y encontrando áreas donde mejorar”, añadió.

La frustración es comprensible. Alonso, quien aún no ha sumado ningún punto en lo que va de año —al contrario que Stroll, que se ha beneficiado de situaciones fortuitas—, expresó por radio que se sentía “el piloto con peor suerte del mundo”. Cowell no le quita razón, pero prefiere mirar al futuro: “En esta industria tienes que ir a por todo. Hacer el coche más rápido, mejorar las paradas, la estrategia… así no dependes de la suerte, sino de tener una máquina y un equipo excepcionales”.

A por más… y sin abandonar 2026

Aunque gran parte del foco está en el ambicioso proyecto de Aston Martin para 2026 —con Adrian Newey ya trabajando en el coche del cambio de normativa—, Cowell insiste en que no abandonarán esta temporada. “Hay media docena de tecnologías que estamos probando este año que se trasladarán a 2026, 2027 y más allá. Solo nos detendremos si algo pone en riesgo el desarrollo del coche del año que viene, pero por lo demás, vamos a por todo”.

“La especificación del AMR25 de principio de año salió del túnel de viento a principios de enero, y esta especificación salió del túnel de viento justo después de la primera carrera. Estas cosas se conciben con bastante antelación porque hay un proceso de diseño para crear componentes a tamaño real y luego el proceso de fabricación”, explicó, dejando claro que fueron unas mejoras que se prepararon en marzo.

En una temporada donde Alonso ha tenido que tirar de épica para mantenerse en la pelea, Imola marca un antes y un después. Los puntos aún no llegan, pero la dirección parece ser la correcta.

“Hay que perseguir cada milésima”, zanja Cowell. “Nada es suficiente en esta industria. Incluso cuando ganas una carrera, tienes que preguntarte: ¿cómo puedo hacerlo aún mejor?”. En Aston Martin, esa pregunta ha encontrado una respuesta clara: mirando al viento.