En el juicio por tráfico sexual contra Sean «Diddy» Combs en Nueva York, los fiscales federales han presentado acusaciones impactantes, afirmando que el magnate de la música obligó a su exnovia Cassie a participar en actos sexuales extremos durante eventos denominados «Freak Offs», «Wild King Nights» o «Hotel Nights».
La fiscal adjunta Emily Johnson, liderando la acusación, detalló ante el jurado que Diddy forzaba a Cassie a tener encuentros sexuales con acompañantes masculinos mientras él los observaba y grababa. Según la fiscalía, el personal de Diddy organizaba estos eventos, encargándose del transporte, alojamiento, lubricantes, iluminación y pagos en efectivo a las trabajadoras sexuales, además de suministrarles drogas.
En un incidente particularmente perturbador, los fiscales alegan que Diddy ordenó a una trabajadora sexual orinar en la boca de Cassie. La fiscalía sostiene que él controlaba cada detalle de estas fiestas sexuales y exigía que las mujeres simularan disfrutarlas.
Los fiscales señalan que la relación abusiva comenzó cuando Cassie, entonces de 19 años y con un sencillo exitoso, cayó bajo la influencia de Diddy. Según la acusación, él recurría frecuentemente a la violencia física contra ella.
Los fiscales aseguran que Diddy perdió los estribos al enterarse de que ella salía con otro hombre, atacándola con violencia, dándole patadas en la espalda y zarandeándola como si fuera una muñeca de trapo, además de extorsionarla con la amenaza de divulgar un video donde aparecía teniendo encuentros sexuales con acompañantes masculinos.
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Haciendo eco del conocido video de una agresión a Cassie, los fiscales también describieron un episodio en el que Diddy le pisoteó el rostro en una camioneta y luego la obligó a permanecer una semana en un hotel para ocultar las lesiones. Afirman que la golpeaba por motivos tan triviales como tardar demasiado en el baño, y que ella sentía no tener escapatoria cuando Diddy quería «pasar un buen rato».
Otra presunta víctima, identificada como Jane Doe, una madre soltera que comenzó a salir con Diddy en 2020, también fue presentada por la fiscalía. Según los fiscales, Jane Doe creyó inicialmente que un encuentro sexual grupal sería algo aislado, pero se convirtió en una exigencia recurrente. Aunque ella pidió el uso de preservativos, Diddy se lo prohibió, y recurrió a drogas para soportar las fiestas. En una ocasión, vomitó durante un evento, pero Diddy la obligó a continuar, según la acusación.
La fiscalía también alega que Diddy tocó de manera inapropiada a Jane Doe y la extorsionó con videos sexuales, un patrón similar al que describen con Cassie.
Una exempleada de Diddy, su exasistente personal Mia, está programada para testificar sobre presuntos abusos, incluyendo un incidente en el que Diddy le levantó el vestido y la agredió sexualmente.
Además de Cassie, varias trabajadoras sexuales testificarán, incluyendo una que habría presenciado cómo Diddy agredía y arrastraba a Cassie por el rostro durante uno de estos encuentros.
Diddy enfrenta cinco cargos federales: dos por tráfico sexual, dos por transporte para ejercer la prostitución y uno por conspiración para crimen organizado. Él se ha declarado no culpable, y su defensa sostiene que los encuentros fueron consensuales.
Tras el alegato inicial de la fiscalía, el equipo de defensa de Diddy ha comenzado a presentar su caso ante el jurado.